El pasado viernes se llevó a cabo en el Salón de actos de la Casa de la Cultura ‘José María Vargas Zúñiga de Ribera del Fresno ‘Un vino con Enrique Suárez, enólogo, una vida dedicada al vino’, actividad para socios organizada por la Asociación para el desarrollo de la cultura del vino en Tierra de Barros (Avitibar).

Una mesa redonda que moderó el presidente de la citada asociación, Antonio Flores, quien daba la bienvenida a los más de treinta inscritos a ésta actividad: “Hoy tomaremos un vino distendido con nuestro querido socio y enólogo Enrique Suárez, un ribereño que ha sido pionera en la elaboración de vinos en la comarca de Tierra de Barros y también en el corazón de África. Nos hablará de su experiencia, de su visión del sector y de los cambios y la evolución del mismo”.

Acto seguido, Suárez Campillejo introducía en sus inicios estudiantil a los asistentes, como tras cursar la Formación Profesional en Villafranca en Agricultura General, no había enología aún como tal y le proponen estudiar enología en Tomelloso durante tres años, finalizándolos en 1981.

Tras el servicio militar inició sus primeros trabajos en la Cooperativa de Viticultores y Olivareros de Ribera del Fresno de forma eventual, su paso por la primera vendimia como trabajador en una bodega y la anecdótica crecida del Arroyo Valdemedel en 1983 que causaría bastante daño en el municipio pacense. Sus primeros pinitos embotellando el famoso Jareteño, su etiquetado y venta. Recuerdos que también cita Enrique a su paso por la Cooperativa de Santa Marta Virgen, con su contrato de enólogo, sus variedades de uva, macabeo y tempranillo, equipo de frío dentro de un proceso mucho más mecanizado ya con el Blasón del Turra.

En la Cooperativa de San Isidro de Villafranca de los Barros durante 14 años, fue testigo de como se modernizan las instalaciones con depósitos de acero inoxidable con controles de temperatura y embotellamiento de forma externa de su marca Valdequemado blanco y tinto. El salto en 2003 a Bodegas Viña Extremeña, conocida como VIÑESA, la bodega más importante de Extremadura a nivel de crianza de vino tinto o en barrica y embotellado lo recuerda como un cambio radical del mundo de las cooperativas al mundo de las bodegas particulares, familiares, las formas de gestionar son totalmente distintas. “Y ahí estuve hasta 2016 que finalicé mis trabajos aquí en Extremadura”, apunta este enólogo ribereño.

En 2017 le surge la oportunidad de empezar algo nuevo completamente desde abajo, desde los inicios y fuera de España, la posibilidad de empezar con una bodega nueva desde la instalación de la maquinaria en Yaundé en la capital de Camerún, y allá que se fue con los mecánicos montadores de la maquinaria necesaria para hacer la elaboración allí, sobre todo con mostos concentrados que iban desde España y también vinos terminados, comienzos difíciles, ya que costaba educar a esta región en el trabajo de la bodega. Y trabajo que desarrolló hasta los principios del 2023 en que decide poner punto final a esa etapa a pesar de seguir colaborando desde aquí, asesorándolos a los cameruneses. Donde ha dejado, según él, una buena empresa e importante en Camerún lo que le ha permitido prejubilarse.

De este modo y bajo este coloquio en base a su historia y vida laboral asociada a los cambios que ha habido en la elaboración de los vinos en la comarca de Tierra de Barros y nuestra región desde sus inicios y experiencia en Camerún se cataron una variedad de vinos de la comarca, varias bodegas de la región con diapositivas sobre sus trabajos, vida laboral y asociada a los cambios en la elaboración que se han producido desde que se introdujo en el mundo de la enología hasta ahora.

Juan Francisco Llano