Casi 135 kilómetros por delante, alguno más con la neutralizada. Con un kilometraje mucho más propio a lo que era la categoría sub-23, tal ha sido la evolución del ciclismo juvenil y otra de las consecuencias de la liberación de los desarrollos implementada el curso pasado, el andaluz Gran Premio Montemayor se prepara para recibir este domingo a lo más granado del ciclismo en la categoría por su inclusión por segundo año consecutivo en el calendario de la Copa de España.

Una cita en la Campiña Cordobesa donde las temperaturas se presuponen más suaves que hace un año (las previsiones esbozan máximas de 20 grados y cielos nublados) y en la que es fácil anticipar la existencia de pugnas entre aventureros y pelotón bajo frenéticos ritmos y velocidades medias altas. Una cita para equipos fuertes y cohesionados. De las que curten. En las que se aprende.

El Electromercantil-GR100 viaja hasta la cercana Córdoba con un ‘ocho’ en el que repiten siete de los ocho corredores que compitieron el pasado fin de semana en el doble compromiso catalán, en La Canonja el sábado y en l´Hospitalet de l’Infant el domingo. El cacereño Luis Gallego, el pacense Jaime Sánchez, el onubense Curro Sánchez y el castellano-manchego Rubén Sanroma, júniors de segundo año, viajan acompañados por el sevillano Pablo Gordillo, el castellano-leonés Diego Martín y el madrileño Salva García, de primero. El cacereño de segundo año Darío Franco es la gran novedad de una convocatoria en la que el de Montehermoso ingresa por un Álvaro Vela que, no obstante, se mantiene como reserva.

El recorrido vuelve a cimentarse sobre un circuito de unos 70 kilómetros que discurre por los pueblos de Espejo, Castro del Río, Llano del Espinar y Montilla. Los ciclistas deberán afrontar dos vueltas a este itinerario que presenta importantes rectas, repechos de los que desgastan (el día al final acaba presentando casi 2.000 metros de desnivel) y terreno muy abierto. En el Llano del Espinar, en las estribaciones de la Sierra de Cabra, se ubicará en dos ocasiones un gran premio de la montaña largo, aunque tendido (7 kilómetros a una pendiente media del 3,6%), que a buen seguro seleccionará la carrera, pero está por ver hasta qué punto y en qué número. La meta estará ubicada en el Mirador de la Campiña, a los pies del impresionante castillo ducal de Montemayor. Rampas finales exigentes y firme empedrado para terminar de resolver una carrera que presenta un enorme ambiente, con todo el pueblo volcado.

No es para menos. La cita cordobesa, una prueba histórica dentro del calendario andaluz e impulsada con muchísimo esmero por la Peña Ciclista Montemayor, acogió el año pasado una de las carreras más emocionantes de todo el año, con una victoria que finalmente lograría in extremis Pablo Lospitao para nuestro equipo: el pacense, quien por cierto acaba de estrenar su palmarés en la categoría sub-23 el pasado fin de semana (triunfo en la Natxituako Sari Nagusia, puntuable para el Torneo Euskaldún), superó entonces a un Vladimir Goncharov que viajaba en solitario y se vio lastrado por un problema mecánico en las últimas rampas del repecho final.