Existen mañanas o tardes o noches que vas buscando un tema o un objeto o una entidad que merezca un artículo periodístico. Pero das vueltas y revueltas y no lo encuentras.

No solo hay que encontrar un tema, sino esencialmente una tesis, palabra que les gusta a muchos y muchas personas que beben y ven y viven de este género. La suerte de este plumífero que usted está leyendo, es que si bebe y ve, pero no vive de este artilugio del columnismo. Sencillamente porque nadie le da un céntimo de euro por ninguna palabra.

Por tanto, usted estimado lector/a que una concepción filosófica de la realidad humana, eso de los sexos/géneros está llevando a una nueva realidad de la escritura, se está alargando las frases, si hay que citar los dos sexos/géneros, y, por tanto, nos está obligando que cojamos la idea de la barra del lenguaje comercial, que Umbral posteriormente puso en fama y notoriedad.

Por tanto, puedo hablarle a usted con un diálogo simplemente, algo que usted tenga que masticar y reflexionar y meditar. No mucho más. Un artículo es artilugio, es una pequeña ventana del interior hacia el exterior y del exterior al interior. Podemos hacer una columna periodística sobre una zanahoria o cómo alguien está grabando unas decenas de archivos en un Pen Drive, o, alguien se siente esa mañana. Lo que cuente y narre ese autor/a es secundario.

Nadie se rasgue las vestiduras. Porque existen millones de artículos escritos en estos dos/tres siglos solo en esta Piel de Toro, que ya no sabemos como llamar a esta España vieja y con canas, para que nadie se ofenda, y, todo el mundo pueda vivir/existir dentro de su seno… Pero cosa difícil es conseguir ese objetivo, si una parte de las elites económicas quieren formar una República actual veneciana con un nombre distinto evidentemente, una república de comerciantes. Al final, salvo excepciones, las revoluciones las hacen las élites, y, los pueblos las acompañan, como los toros los torean y matan los toreros y el público de los tendidos les acompañan.

He buscado y rebuscado en el océano/Internet de las Malvinas algún tema para algún artículo, pero se me han ido escurriendo todos. Bueno, sería que algún departamento universitario catalogará, aunque solo sea por título, todos los artículos de Julio Camba. Tres mil como algunos indican –será así, como algunos expertos lo expresan y cuantifican, pero me parecen pocos…-. Y, he rebuscado temas que pudiesen tener una perspectiva, eso del “tema y de la tesis”. La verdad, es que si nos ponemos serios, un artículo en esta cuestión, no dispone de dos significados-contenidos, sino de tres: Título que no es precisamente lo mismo que el tema, y, el título y el tema que no es lo mismo que las tesis que se defiende.

Porque usted ha visto el título de este artículo, se está imaginando que estamos hablando del tema, que el tema es sobre la columna periodística y sus temas, pero qué tesis cree usted que este artículo está desarrollando. Le dejo un momento de y para pensar. Pues la tesis que le quiero llevar, se lo diré claramente, la tesis es que usted reflexione que existen mil temas o cuestiones cada día, que usted podría reflexionar, además de las obligadas de su familia, de su trabajo, de su entorno social y de los cambios de gobierno.

Usted puede reflexionar sobre un botijo. Y, volvamos, hagamos un índice de todos los artículos de Francisco Umbra, de Ruano, de Campmany, de Pemán, de Alcántara, de Ortega, de Unamuno, de D`Ors, y, de otras decenas. No cito a ninguno de los vivos, que a estas plumas les diría, porqué entre otras cosas, sus últimos años, van recogiendo y haciendo un índice de sus artículos, los que han ido escribiendo en sus últimos cuarenta o cincuenta años en diez o veinte cabeceras. Por el bien de la patria.

Hoy, el artículo puede ser un bien patrio y para la patria. Porque hoy, nos pueden mostrar lo que se pensaba hace cien años. Encontrar de forma fácil articulistas de hace cien años y leer sus artículos, sobre diversas temáticas, nos pueden ayudar para entender el presente. Les digo y sugiero a los equipos directivos de los periódicos, especialmente digitales, en las secciones de opinión, publiquen artículos de cabezas y corazones que todavía respiran hoy, pero también recojan, respetando derechos de autor, de plumas de hace cien años. Creo que nos darían mucha luz…

Mire usted, aunque usted no lo sepa y no lo crea, un artículo es un poema en prosa que habla de usted, de su vida, sus sentimientos, sus ideas o las de su vecino. Un artículo periodístico de opinión es un artilugio que los humanos han inventado, especialmente los latinos del sur, -no es lo mismo un artículo de análisis-, que sirve para que usted se percate que también existe la ventana por la que mira el mundo, el botijo, un rostro con una sonrisa, lo inconsciente en los políticos –respetemos a los políticos de todos los colores, por nuestro bien-, y, mil otros temas pequeños, pero que mil temas pequeños es la vida. Eso es la vida. Pero ahora ocurre otra cosa, que la IA empezará a escribir artículos periodísticos.

Y, no sé si usted o yo, distinguiremos cuándo lo harán esas realidades o entes y cuándo un corazón humano como este plumífero, que ha estado veinte minutos para saber de qué tema tendría que escribir hoy. Para que usted, dedique cinco minutos y le sirvan para algo, porque lo que no deseo es hacerle perder el tiempo. Eso es lo que no deseo bajo ninguna de las maneras, puede aburrirse, puede no agradarle el artículo, puede no estar de acuerdo, pero no deseo quitarle trescientos segundos de su vida…

JMM Caminero