Ricky Martin revolucionó el Alcazaba Festival de Badajoz, en un concierto de alto voltaje donde no faltaron sus temas de siempre y mucho baile para las 7.300 personas que había entre el público.

Desde primeras horas de la tarde, los miles de fans se congregaron en el entorno del monumento árabe deseando ver a su ídolo, uno de los artistas más aclamados del mundo, para disfrutar de la que ha sido su única parada en Extremadura dentro de su gira Live 2024.

“Seguimos a Ricky desde que éramos pequeñas”, “Las canciones de Ricky Martin han sido la banda sonora de mi vida” comentaban en la larga cola que rodeaba el recinto monumental.

Tres enormes pantallas, dos de ellas laterales y otra presidiendo el escenario que contaba con un avance, la plataforma que acerca aún más el artista al público. El del puertorriqueño ha sido el montaje más grande de los seis años del certamen en cuanto a escenario, iluminación y sonido, contando además con el sistema L- Acoustic K2, con el que cuentan las grandes producciones para conciertos como los de U2 o Coldplay.

La previa al concierto estuvo cargada por música generacional de los 90’s. Con todo preparado y el público aclamando desde la pista, en las pantallas gigantes, comenzó a proyectarse un vídeo recopilatorio de partes de videoclips de Ricky Martin. Sonaron maracas y unos bongos que dieron pie a ‘Pégate’, entre gritos y aplausos desde el público. La aparición en el escenario de Ricky Martin desató la locura. Con traje oversize negro, la chaqueta con hombreras anchas y el pantalón hasta los tobillos, guapísimo y con la energía rebosante desde el inicio para hacer bailar y cantar a todos los asistentes.

‘María’, ‘Adrenalina’, ‘She Bangs’, el ambiente iba creciendo entre los ritmos pegadizos, mientras el artista sacaba su versión más sensual entre bailes y movimientos.

Con la gente fuera de sí disfrutando de un  espectáculo único en una noche de julio con una temperatura perfecta, dio paso a una serie de clásicos íntimos y amorosos. La balada apareció en escena con canciones como ‘Disparo’, ‘A medio vivir’ y ‘Fuego de noche’. Ricky Martin demostró que su música no es cuestión de edades. Mayores, jóvenes y también niños coreando los clásicos del artista.

Subido en una platea, el artista cantó ‘Livin’ la vida loca’ y el culmen del concierto llegó con ‘Cup of life’, la copa de la vida, que coincidía en hora, por ser más de las doce de la noche, con la jornada final de la Eurocopa de Alemania que se disputa entre España e Inglaterra este domingo y que se puede seguir desde la misma explanada del Alcazaba y con la misma gran pantalla donde ha brillado, con luz propia, Ricky Martin.