El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número dos de Mérida ha desestimado el recurso presentado por los miembros de la Junta Electoral de la Federación Hípica Extremeña contra la resolución del Comité de Garantías Electorales, imponiendo además las costas a los recurrentes.
Dicha resolución declaraba la nulidad del proceso electoral iniciado el 23 de septiembre de 2024 para las elecciones a Miembros de la Asamblea General y Presidente de la Federación Hípica Extremeña, debido a irregularidades desde el origen mismo del proceso, como la composición indebida de la Junta Electoral, cuyos miembros no cumplían los requisitos establecidos en el reglamento.
Entre las reclamaciones presentadas, se denunciaba que algunos integrantes de la Junta figuraban en los censos electorales, lo cual vulnera el principio de imparcialidad, y que uno de ellos era pareja de una persona electora y elegible. Además, la Comisión Gestora no estaba legalmente constituida, y el expresidente continuaba ejerciendo funciones de gestión y representación, a pesar de haber cesado en su cargo.
Esta es la cronología de un proceso viciado; el pasado 23 de septiembre de 2024 se inició el proceso electoral. Al día siguiente se constituyó la Junta Electoral. Días después, su presidente dimitió, siendo reemplazado por la secretaria y un suplente. El 6 de noviembre se paralizó el calendario electoral debido a varias reclamaciones. El 21 de noviembre se presentó una denuncia ante la Dirección General de Deportes por la inclusión indebida de miembros en el censo. La administración regional la remite al Comité de Garantías Electorales que resuelve, el 23 de diciembre, retrotraer el proceso a la constitución de la Junta Electoral, y son los miembros de la Junta quienes recurren esta decisión ante el contencioso.
En mayo de 2025 se abrió un nuevo proceso electoral, pero volvió a estar marcado por la falta de transparencia; La Asamblea General Extraordinaria tuvo que ser aplazada al no enviarse la documentación requerida, finalmente se realiza el 16 de junio.
Por otro lado, la Junta Electoral se reúne el 14 de julio a las 21:00 h – cumplido ya el plazo de resolución- en la “sede” de la Federación Hípica Extremeña, el club del propio expresidente, el señor Don Juan Manuel De la Iglesia, que no coincide con la que aparece en los Estatutos. Según acta, este encuentro dura exactamente 30 minutos, tiempo de sobra para detallar y argumentar los 27 recursos que se desestimaron, así como los 4 que sí se tuvieron en cuenta.
Pero esto es solo la punta del iceberg, la lista de las posibles irregularidades del proceso electoral en la Federación Hípica Extremeña es bastante larga.
Aunque ya no ostentaba la presidencia, De la Iglesia continuó ejerciendo funciones fuera de sus atribuciones, como la organización de la Gala del Deporte Hípico Extremeño, donde otorgó reconocimientos a personas de su entorno. Allí, desde la tribuna, según los presentes afirmó: “Mientras yo sea presidente, la doma y faenas de campo seguirá siendo un deporte”, arrancando los aplausos de los aludidos. Lo irónico es que esta disciplina no está reconocida como tal en los Estatutos de la Federación Extremeña, pero sí se habría utilizado para captar votos.
Votos absolutamente irregulares ya que al no ser disciplina oficial no pueden estos jinetes entrar en el censo de deportistas ni de jueces y, por supuesto, jamás debería estar contemplado en el programa de Galopes homologado por la RFHE, pero si buscamos bien, algún jinete hay con “galope 5 de acoso y derribo” reconocido, al igual que hay una persona que piensa que es campeón de España de doma y faenas de campo, cosa que no existe.
Por otro lado, supuestamente se habría mercadeado con los Campeonatos de Extremadura, ofreciéndose estos a determinados clubes a cambio de votos en el estamento correspondiente. Parece que en Extremadura existe otro tipo de clubes fantasmas, es decir, clubes que existen, pero no realizan actividad federativa, por lo que deberían quedar fuera del censo, y sin embargo aparecen. A esto hay que añadir que el hecho de que los clubes voten por circunscripciones da lugar a otra nueva posible trampa que consistiría en alterar sobre el papel las ubicaciones de ciertos clubes en función de en qué provincia hacen más falta votos.
Hemos mencionado ya los estamentos de deportistas, jueces/árbitros (jefes de pista) y entidades deportivas (clubes) el otro estamento que faltaría mencionar sería el de técnicos. Lo que sucede con ellos es que muchos tienen su titulación en regla y reconocida por la RFHE, pero en la Extremeña no los contemplan, por lo que se quedan fuera del censo.
Estos serían los cuatro estamentos reconocidos por el Reglamento Electoral de la Federación hípica Extremeña, pero, para sorpresa de nadie, se han añadido dos estamentos más de manera antirreglamentaria; jefes de pista y veterinarios, que según la normativa estarían incluidos en el estamento de jueces/árbitros (jefes de pista), pero se desdoblan pudiendo alterar el resultado electoral.
Toda esta red de irregularidades, maniobras y dilaciones ha generado una batalla legal constante por parte de quienes se oponen al control del anterior presidente y su Junta Directiva. Sin embargo, los plazos excesivos, la descoordinación institucional y la derivación constante entre organismos están obstaculizando el proceso y agotando los recursos de los denunciantes.
Pero no son solo los recursos electorales a lo que debe enfrentarse el señor De la Iglesia, que tiene un juicio pendiente de sentencia por supuesta estafa relacionada con cursos de Técnico Deportivo en Equitación, que al parecer, se vendieron como autorizados por la Junta de Extremadura cuando nunca lo fueron.
Por último, cabe recordar que la Comisión Gestora de la Federación Extremeña votó en la Asamblea General de la RFHE del 17 de febrero a favor de la reelección de Revuelta como presidente.
Una vez más, parece que el señor Revuelta se apoya en una federación sospechosa de cometer irregularidades para mantenerse en el cargo, nada nuevo, después de todo, Extremadura está muy cerca de Andalucía… y no hablamos precisamente de geografía.
Celia Oribe

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