La mayoría de las personas convivimos a diario con otras, bajo el mismo techo, sin reparar suficientemente en que nuestro hogar requiere de una serie de labores básicas y permanentes de conservación, que rara vez son atendidas de manera igualitaria entre miembros de la unidad familiar. Se trata de ese famoso trabajo no remunerado del que la sociedad ha hecho herederas directas a las mujeres y que aún cuesta asumir a los varones.
Partiendo de esta realidad, el Consejo de las Mujeres de la Mancomunidad Integral de Servicios “La Serena-Vegas Altas” ha puesto en marcha una campaña de corresponsabilidad en el hogar, dirigida a promover la implicación equitativa de mujeres y hombres en las tareas de mantenimiento y cuidado doméstico y familiar.
Esta iniciativaquiere contribuir a desdibujar el rol tradicional de la mujer como cuidadora principal o exclusiva de la casa y sus ocupantes, para dejar paso aun modelo en el que las responsabilidades domésticas y familiares sean compartidassin distinciones por sexos.
Pese a la falta de respaldo jurídico y legal, todavía pervivenen el siglo XXI mentalidades que atribuyen a las mujeres la casa y los hijos, mientras asignan a los hombres el trabajo remunerado y las actividades fuera del hogar. Esta visión sesgada e injusta -personal y socialmente- genera desequilibrios que afectan de forma directa a las relaciones de pareja y familiares.
La solución pasa por entender que la atención de la casa y la familia debe asumirse por cada una de las personas que integran la unidad familiar de la forma más igualitaria posible, ya que tanto la sobrecarga como la falta de implicación acabarán repercutiendo negativamente en la convivencia.
Esta campaña ha sido posible gracias al soporte técnico del NCC de Campanario y a la colaboración de empresas de edición digital y emisoras de radio, encargadas de la impresión de la cartelería y la difusión de las cuñas.
Cuñas radiofónicas y carteles muestran la conveniencia de comprometerse solidariamente al cuidado de la casa y las personas que la habitan, animando a hombres y mujeres a ocupar el sitio que les corresponde en este ámbito.
Por una cuestión de salud familiar así como por razones de salud personal, se proponeevitar el desequilibrio en la atención de las obligaciones hogareñas o, lo que es lo mismo,cumplir con los cometidos que nos corresponden como integrantes de una familia, más aun cuando está en nuestras manos algo tan importante como nuestros seres queridos.
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