Todos los 15 de marzo desde que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo declarara en 1983, celebramos el Día Mundial de los Derechos de las Personas Consumidoras en conmemoración del discurso que el presidente de EE.UU., John F. Kennedy, pronunció en 1962 ante el Congreso para reconocer al consumidor como un elemento fundamental dentro del proceso productivo.

Como ya es tradición, la UCE presenta en este día tan especial su “Barómetro de Hábitos de Consumo”, este año en su séptima edición, basado en los resultados de casi 600 encuestas personales realizadas a lo largo de toda nuestra geografía.

Con un dato idéntico al obtenido el pasado año, tres de cada cuatro encuestados manifiesta habitar en una vivienda de su propiedad y, de ellos, menos de la mitad tiene hipoteca (un 37%). Este porcentaje aumenta por encima del 60% en el rango de edad de los 46 a 65 años.

Dentro de los encuestados que manifiestan tener hipoteca, un 70% prefiere la variable para poderse beneficiar de posibles bajadas del Euribor, como índice mayoritario de referencia de las hipotecas en nuestro país. En este sentido, es importante destacar que, aunque las hipotecas variables se abarataron significativamente en 2024 debido a la bajada del euríbor, las hipotecas a tipo fijo siguen siendo una opción atractiva para quienes buscan estabilidad.

En cuanto al alquiler, casi un quinto de los encuestados es titular de un arrendamiento (18 %). De los que viven actualmente de alquiler, cerca de la mitad manifiesta que le está costando más afrontar el pago de la renta que el año pasado.

Como cada año, han preguntado a sus representados sobre sus preferencias en cuanto a los medios de pago. En este punto, un 58% de nuestros encuestados prefiere el pago con tarjeta de crédito, débito o el pago con el móvil. En contraposición, un 27% se resiste a estos métodos y afirma que el efectivo es su método de pago más frecuente. El resto, un 14%, no tiene preferencia a la hora de elegir un método de pago en particular.

Las conclusiones de estos datos no dejan tan claro que el dinero en efectivo haya desaparecido, ni mucho menos. Esto se debe a dos cuestiones: Primero, porque todavía se usa mayoritariamente entre los más mayores. Y segundo, por el desamparo al que puede dejar a las zonas rurales. Precisamente, son los mayores de 65 años, los encuestados que más han manifestado la preferencia hacia el pago en efectivo, afirmándolo así 2 de cada 3.

Como era de esperar, la situación se invierte por completo, en nuestros encuestados más jóvenes. Así, para los encuestados con edades comprendidas entre 18 y 30 años, el medio de pago favorito es el pago móvil, manifestándolo un 56%, seguido del pago con tarjeta que con un 35%, frente al efectivo que es casi residual (6%).

Asimismo, han preguntado si se está haciendo frente a algún préstamo, además de la hipoteca. En este caso, el 40% es titular de algún producto de financiación.

Con todo esto, el 31% de los encuestados afirma poder ahorrar, aunque sea un poco, todos los meses con los ingresos que recibe, frente al 25% que no llega a final de mes. Especialmente preocupante es la situación de los más jóvenes, pues un 37% de ellos afirma tener dificultades para completar el mes con su salario, lo que imposibilita su independencia y, lamentablemente, les obliga a buscar otros lugares para mejorar su situación económica.

Nuestros hábitos de compra y alimentación

Resulta muy llamativo que cerca del 45% de los encuestados afirma haber cambiado sus hábitos de consumo en el último año, sobre todo si tenemos en cuenta que en nuestro anterior barómetro ya nos dijo lo mismo el 47%. Así, sigue habiendo un gran número de extremeños que se ve obligado a cambiar su forma de comprar por la subida de precios generalizada, lo que explica que, dentro de los consumidores que han optado por cambiar sus hábitos, tres de cada cuatro están buscando más productos en oferta y un 60% ha dejado de lado las primeras marcas y ha optado por marcas blancas.

Por su parte, el 5% de los encuestados afirme no comprar nunca alimentos frescos. Al menos, este dato es algo mejor que el año pasado, cuando alcanzamos el 17%. Sin embargo, sigue preocupándonos mucho que un 27% de los encuestados que han cambiado sus hábitos están comprando menos productos frescos, fundamentalmente carne y pescado y un 17%, los ha sustituido por ultra procesados y congelados. Como ya avisábamos el pasado año, si esto sigue así podríamos pasar de un problema económico a un problema de salud pública, como consecuencia la ingesta más frecuente de alimentos que, en todo caso, deberían formar parte de nuestra dieta de forma totalmente esporádica y no de manera habitual.

Con este panorama, no es de extrañar que el principal criterio que seguimos los extremeños a la hora de elegir un alimento sea el precio, seguido muy de cerca por la calidad y el origen o la procedencia del alimento. Esto se traduce en que los cambios en los hábitos de consumo de alimentos siguen la misma tendencia que nos encontrábamos hace un año, donde la mejor relación calidad-precio se erguía como la panacea de la elección del buen consumidor con un 70% de respuestas.

Otra respuesta muy positiva es que el supermercado sigue siendo la opción más elegida para comprar alimentación, seguido muy de cerca del comercio local con un 42%. Precisamente, son estas pequeñas tiendas de barrio las que suelen contar con producto local y de temporada, que es de mejor calidad y, normalmente, de mejor precio. Apostar por el pequeño comercio es apostar por la riqueza de nuestro pueblo o ciudad, lo que se traduce en una opción fabulosa para realizar nuestras compras.

En cualquier caso, de nada nos sirve buscar la mejor relación calidad-precio, las mejores ofertas o los comercios más baratos, si luego tiramos lo que compramos. Y parece que lo hacemos con frecuencia, pues más de la mitad de los encuestados afirma haber tirado alimentos a la basura en los últimos días, la mayoría de las veces (61%), porque hemos hecho comida de más y nos ha sobrado.

Por último, y en lo que respecta la compra de artículos o productos no alimentarios, la presencialidad y el poder ver lo que estamos comprando en una tienda física vuelve a ser la opción estrella para los participantes de nuestra encuesta, convirtiéndose en la primera opción para 3 de cada 4 encuestados. A las tiendas físicas le sigue el comercio online, pues un 48% así nos lo ha hecho saber, situándose cuatro puntos por encima de los resultados obtenidos el pasado año, donde un 44% seleccionaba el comercio online como primera opción.

Problemas y reclamaciones

Más de la mitad de los encuestados ha interpuesto alguna reclamación en los últimos doce meses. De estas reclamaciones, y ajustándonos a los datos de nuestra memoria, no parece extraño que las interpuestas contra los bancos hayan sido las mayoritarias (1 de cada 3).

En este sentido, una de las temáticas más reclamadas en los últimos años han sido los casos de estafas online. Por eso, no es de extrañar que el conocimiento de los ciudadanos acerca de esta problemática y de cómo luchar contra la misma se haya incrementado en todo este tiempo, dada a las continuas campañas de información realizadas para concienciar a la sociedad y que pueda luchar contra la lacra de las ciberestafas. Prueba de ello es que un 87% de nuestros encuestados haya oído hablar de ellas. En este punto, tenemos que hacer hincapié en que, de las personas que han oído hablar de estas estafas, un 68% afirma que sabría defenderse de ellas. Sin embargo, creemos que podemos tener una falsa sensación de seguridad, pues los ciberdelitos no dejan de crecer y, si confiamos demasiado en nuestros conocimientos, podemos descuidarnos y caer en la trampa.

Otro de los sectores más reclamados año tras año es el eléctrico. En este sentido, nos llama poderosamente la atención que, a pesar de la subida del 30% experimentada en el precio del suministro eléctrico a principios de año, cerca de la mitad de los encuestados ni tan siquiera sabe si está en mercado libre o mercado regulado, lo que sin duda imposibilita elegir con criterio la tarifa más apropiada a sus necesidades.

Sin duda, uno de los motivos es el funcionamiento, en demasiadas ocasiones ineficaz, de los servicios de atención al cliente. Por eso, no es extraño que, para cerca de la mitad de los encuestados, su eficacia es mala o muy mala.

Con todos estos datos, no sorprende que el 56% de los encuestados se sienta poco protegido como consumidor, y ponemos un ejemplo muy llamativo: a pesar de estar prohibidas, el 88% de los extremeños sigue recibiendo llamadas comerciales. Esto deja bien a las claras que las autoridades pueden dictar normas muy protectoras, pero, si no las dotan de medios eficaces para hacerlas cumplir, se quedan en papel mojado. En este sentido, las asociaciones, como legítimos representantes de las personas consumidoras, seguirán luchando por ofrecer siempre una información real, veraz, honesta y leal, actuando con la mayor transparencia posible e intentando facilitar el entendimiento para todos los ciudadanos en lo que a sus derechos se refiere. Pero, no olvidemos que esto es una tarea de todos, los ciudadanos y la Administración también juegan un papel clave para poder conseguir estos objetivos.

Vacaciones y reciclaje

Con el objeto de conocer las previsiones de gasto más próximas, han preguntado si tienen intención de salir de vacaciones esta Semana Santa. Y la respuesta es casi abrumadora: un 65% tiene claro que no se irá de vacaciones esta Semana Santa, frente a un 20% que sí saldrá y un 15% que todavía no lo sabe.

Este año, son menos los encuestados que tienen claro que se irán de vacaciones, pues en 2024 un 31% afirmaba que tenía planes de viaje para Semana Santa, con la misma antelación. Seguramente uno de los motivos principales sean los precios desorbitados y la ocupación hotelera que se presenta siempre por estas fechas.

Para finalizar este informe, han preguntado a los encuestados sobre sus hábitos de reciclaje, el 80% de nuestros encuestados manifiesta que recicla en su domicilio. En este sentido, desde UCE han llevado a cabo numerosas campañas para concienciar cada vez más a la población de la importancia que tiene en nuestra vida la economía circular y el reciclaje. Por ello, seguirán realizando campañas informativas y proporcionando información sobre el reciclaje hasta conseguir que ese 80% de personas que reciclan actualmente se convierta en un 100%.

Conclusiones

Una vez analizados todos los datos obtenidos en este estudio podemos concretar que, a pesar de que en 2023 y 2024 los consumidores ya habían hecho cambios en sus hábitos de consumo, un año después continuamos en la misma línea con casi un 45% que asegura haber cambiado sus costumbres a la hora de comprar. No obstante,  un 28% de los encuestados están comprando menos productos frescos, fundamentalmente carne y pescado y un 17%, los haya sustituido por ultraprocesados y congelados, porcentajes casi idénticos a los del año pasado y clara señal de que nuestra alimentación sigue deteriorándose.

A esto se une otro dato preocupante, y es que más de la mitad de los extremeños se siente poco protegido como consumidor. Es cierto que la legislación es cada vez más amplia y protectora, pero de poco sirve si no se toman medidas para hacer que se cumpla, y un ejemplo perfecto de esta realidad es que, a pesar de que las llamadas comerciales no solicitadas están prohibidas, un 88% de los encuestados afirma seguir recibiéndolas.

Mucho trabajo queda por hacer, por tanto, para que la protección de los consumidores sea real y efectiva, más allá de lo publicado en los respectivos boletines oficiales.