El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se reunirá en Madrid el próximo viernes, día 26, con el ministro de Industria, José Manuel Soria, para abordar la situación de la mina Aguablanca de Monesterio (Badajoz), y para transmitir al responsable estatal que “no pueden abandonar a 400 familias” de la comunidad que estarían afectadas por el cierre de dicho proyecto industrial.

El encuentro, al que asistirá también el consejero extremeño de Economía, José Luis Navarro, tendrá lugar a las 12,00 horas, y se suma al “trabajo” en el plano “institucional y político” que la Administración regional viene desarrollando para “impedir” que dicha mina cierre.

De este modo lo ha señalado en rueda de prensa este martes en Mérida (Badajoz) la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, quien ha mostrado también el “apoyo, solidaridad y cariño” del Ejecutivo extremeño a los trabajadores que llevan seis días encerrados para tratar de impedir el cierre de dicha mina.

Tras incidir, asimismo, en que el Ejecutivo autonómico considera su “causa” la “causa” de los trabajadores afectados, así como en que el mismo “va a poner el máximo esfuerzo en impedir que la mina se cierre”, Gil Rosiña ha destacado también la “coordinación” que según ha indicado existe entre la Junta de Extremadura y la de Andalucía “para evitar el cierre de la mina”.

Además, ha avanzado que ella misma asistirá en representación del Ejecutivo extremeño a la manifestación y marcha que los trabajadores de la mina tienen convocada en Badajoz el próximo viernes, día 26, a las 12,00 horas.

UNIDAD

Ha defendido también que “la unidad frente al pedir que no se cierre la mina es importante”, y en este marco ha puesto “en valor” el “esfuerzo” de “todos” los grupos parlamentarios extremeños, que en el último pleno de la Asamblea aprobaron una declaración institucional en apoyo a los trabajadores de la mina.

“La unidad frente a un problema de esta manera es el mejor posicionamiento político que podemos tomar y el que nos piden en este momento los que están afectados y los que tienen la incertidumbre sobre sus espaldas porque no saben si van a tener trabajo en los próximos meses”, ha espetado.

Por otra parte, Gil Rosiña ha insistido en que los “contactos” han sido “continuos” y “desde el primer momento” con la Junta de Andalucía, con los alcaldes extremeños y andaluces de la zona afectada por un posible cierre de la mina.

También ha recordado que cuando la citada mina se abrió a finales de los años 90 “ya” existió un “apoyo unánime y una coordinación extraordinaria” por parte de la Junta de Extremadura y de la de Andalucía, “para que generara el mayor número de puestos de trabajo posible”; y ha incidido en que “ahora va a haber la misma” coordinación “para que no se cierre, para que se mantengan los puestos de trabajo y para que mantenga su vida útil hasta 2018 como estaba previsto”.

“Las habrá (más reuniones), porque el presidente de la Junta quedó muy claro el pasado sábado que él no va a dejar que se rían de los extremeños con el cierre de la mina”, ha espetado Gil Rosiña, quien ha reiterado que el próximo viernes Fernández Vara se reunirá con el ministro Soria.

“Vamos a ir ahora a hablar con el ministro y daremos en todas las puertas que tengamos que dar para que la mina no se cierre”, ha señalado.

“Creo que la Junta de Andalucía está mostrando interés porque desde el primer momento hay conversaciones telefónicas con la Junta de Andalucía. Ha habido una reunión del consejero de la Junta Extremadura con su homólogo en Andalucía, y por lo tanto creo que ambas administraciones están haciendo un esfuerzo y están absolutamente coordinadas para evitar el cierre de la mina”, ha insistido.