Ingredientes:

  • 1 ó 2 kilos de membrillos
  • 1 ó 2 kilos de azúcar
  • Agua para cocer los membrillos

Elaboración:

Lo primero será lavar bien los membrillos para quitarle la pelusilla que pueda traer en la piel. Luego ponemos los membrillos en una olla y los cubrimos de agua.

Ponemos la olla a fuego fuerte y cuando hierva el agua dejamos a fuego medio-fuerte durante 45-60 minutos. El tiempo dependerá del tamaño de los membrillos (más gordos, más tiempo). Para saber cuándo están bien cocidos pinchamos con un palillo de madera y cuando entre con mucha facilidad estarán listos.

A continuación, cuando estén cocidos sacamos del agua y escurrimos bien. Dejamos que se templen para poder manipularlos y entonces pelamos, quitamos el corazón (con las pepitas), cortamos los membrillos a trozos y pasamos por el pasapurés.

Ahora, pesamos el membrillo cocido y añadimos la misma cantidad de azúcar, ponemos la mezcla en una olla y dejamos a fuego bajo.

Tras ello, es cuestión de tener paciencia y dejar que la carne de membrillo se vaya cocinando. Tendremos que ir removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera para que el membrillo no agarre en el fondo de la olla. El proceso puede tardar de 1 a 3 horas dependiendo de la potencia del fuego y de la cantidad de membrillo.

La carne de membrillo estará lista cuando podamos apartarla hacia un lado de la olla y se pueda ver el fondo sin que la carne de membrillo se desplace sola para taparlo. En este punto la cuchara de madera se quedará sola en vertical si la sueltas en el centro.

Por último, ya solo nos queda meter el dulce de membrillo en un molde. Para evitar que se pegue podemos mojar una servilleta de papel con aceite vegetal (de girasol) y frotar por todo el recipiente (sin que quede empapado, solo pincelado), tapamos bien el molde y dejamos la carne de membrillo en el frigorífico durante 24 horas para que adquiera una buena consistencia.