Andrés Hernáiz, alcalde de San Vicente de Alcántara y diputado provincial, ha asistido a la presentación del programa de la 24 edición del Festival Ibérico de Cinema que se celebrará en Badajoz, Olivenza y San Vicente de Alcántara entre el 17 y el 21 de julio.
Al certamen han concurrido más de 400 cortos procedentes de España y Portugal de los que han sido seleccionados 32 que optarán al palmarés del certamen. Este cuenta con tres secciones: oficial, Festival dos Miúdos y el certamen extremeño para el que se han seleccionado siete cortos de gran calidad, según ha informado el director del Festival, Alejandro Pachón.
La vigésimo cuarta edición del certamen gira en torno al discurso de la libertad de expresión por cualquier tipo de producto cultural ya que, según ha manifestado el responsable del festival “la cultura es libertad”.
La película de la cineasta vasca Arantxa Echeverría “Carmen y Lola”, que narra la historia de amor de dos adolescentes gitanas, abrirá esta vigésimo cuarta edición el 17 de julio a las 20,30 horas en el Teatro López de Ayala.
El primer largometraje de Arantxa Echevarría que representó a España en la Quincena de Realizadores del pasado Festival de Cannes y que se convirtió en la primera película dirigida por una mujer española en llegar a esta sección de Cannes, podrá verse en Badajoz antes de su estreno en salas comerciales que se producirá en septiembre próximo.
El FIC recupera este año la sección denominada “Festival dos Miúdos”, (Festival de los niños), una sección dedicada al público infantil dirigido a niños de entre 7 y 13 años que podrán ver en sesión matinal el 20 de julio a las 10,30 horas los siete cortometrajes que han sido seleccionados para esta sección con temáticas de cine de animación, ciencia ficción y también con producciones de contenido social.
Además de contar con el patrocinio de la Diputación de Badajoz, de la Junta de Extremadura, del Gabinete de Iniciativas Transfronterizas y de la Filmoteca de Extremadura, la presente edición del FIC cuenta también con el apoyo de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste bajo cuyo patronazgo se va a desarrollar un taller de creación cinematográfica que versará en torno al proceso de paz de Colombia y en el que participarán una quincena de jóvenes.
Otra de las novedades de la presente edición del FIC es el estreno de la película extremeña “La Rusa” de Aritz Ortíz, rodada en Valdetorres, pueblo de donde es oriunda la familia del director y guionista, y en la que aparecen como extras algunos de los vecinos de esta localidad.
Este trabajo independiente de cine negro, autoproducido y autofinaciado, contó con un equipo de rodaje internacional y se estrenará el 20 de julio a las 20,00 horas en la Residencia Universitaria de la Fundación Caja Badajoz que también patrocina el certamen.
El 24 Festival Ibérico organiza una actividad paralela dedicada al cine inclusivo denominada “Cine sin Límites” que incluye la proyección de dos cortometrajes en los que está presente el tema de la discapacidad. “Distintos” de Josevi García Herrero, y “Limones y tupés” un corto realizado en el Taller de Cine Inclusivo para Valientes de AEXPAINBA y la Fundación Magdalena Moriche, serán los cortos que se presenten.
El diputado delegado de Imprenta y del Boletín Oficial de la Provincia y alcalde de San Vicente de Alcántara, ha destacado que la 24 edición del Festival Ibérico de Cinema continua apostando por acercar a los pueblos de la provincia la Cultura, en este caso el cine, contribuyendo a facilitar que los ciudadanos del mundo rural tengan acceso a la Cultura en igualdad de condiciones que aquellos que viven en las grandes ciudades. Estos criterios, ha señalado Andrés Hernáinz, van en la misma dirección que las políticas de promoción de la Cultura que pone en marcha la Diputación de Badajoz en las que se presta una atención especial a los municipios de la provincia y en especial a los menores de 20.000 habitantes.
El alcalde de San Vicente de Alcántara ha agradecido a la organización el haber contado con los pueblos, en este caso con su municipio y con Olivenza, porque supone una buena oportunidad para sus vecinos el poder ver buen cine ya que si es difícil mantener salas comerciales en las grandes ciudades, “para los pueblos pequeños es una tarea prácticamente imposible”, sostiene.
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