Un total de 128 estudiantes ciegos o con discapacidad visual grave de Extremadura regresan en estos días a las aulas junto al resto de compañeros, con la novedad de que en este curso muchos de ellos contarán con nuevas herramientas inclusivas, que facilitarán su incorporación y aprendizaje en igualdad de condiciones. El acceso a la lectura a través del Braille y las tecnologías inclusivas que permiten igualdad en el aula, son dos de las claves.
El 99,6% de este alumnado se escolariza en centros educativos ordinarios respondiendo al principio de una enseñanza inclusiva, que es posible gracias a su esfuerzo y la colaboración y el apoyo específico de los equipos de la ONCE y de las Administraciones educativas, que trabajan tanto con los chavales como con los centros escolares y las familias.
Esos 128 alumnos y alumnas con ceguera y discapacidad visual grave se reparten de cara al nuevo curso 2018/19 entre los diferentes niveles educativos: 30 escolares comienzan la Educación Infantil; 28 están escolarizados en Educación Primaria; 13 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 4 cursan Bachillerato; 9 se preparan en la Formación Profesional; 9 se enfrentan a la Universidad; y 35 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
La inclusión de los estudiantes con ceguera y discapacidad visual en un ámbito educativo normalizado responde a lo indicado en la legislación vigente, donde existe un único sistema en el que prevalece el derecho de cualquier alumno a recibir una atención educativa equitativa y de calidad, respetando sus necesidades específicas para posibilitar su plena inclusión educativa y social.
De ello se encargan los profesionales que componen los equipos específicos de atención educativa a personas con discapacidad visual, formados gracias a sucesivos convenios de colaboración entre la ONCE y las Administraciones educativas.
Desde estos equipos se trabaja intensamente para planificar el conjunto de intervenciones que van a llevar a cabo durante todo el curso escolar con el fin de facilitar a este alumnado, su profesorado, centros y familias, los recursos humanos y materiales, así como otro tipo de apoyo que necesiten para facilitar su aprendizaje y conseguir una plena inclusión, base de su inserción laboral futura.
Herramientas de aprendizaje inclusivas
Para que los alumnos puedan alcanzar un rendimiento escolar pleno, es necesario que dispongan de todo el material adaptado (libros de texto, apuntes o cualquier otra documentación), ya sea en braille o en cualquier otro soporte. Muchos de ellos, además, cuentan con tecnología de última generación -adaptaciones tecnológicas- facilitadas por la ONCE para seguir el curso en igualdad de condiciones.
En este sentido, de cara a este curso 2018/19, los estudiantes cuentan con nuevas herramientas de aprendizaje inclusivas, fruto de un intenso trabajo realizado por profesionales especializados en diferentes materias.
Una de ellas, por ejemplo es Braitico, el primer método oficial para aprender braille, que estará disponible en todas las aulas donde haya escolarizado algún alumno con discapacidad visual, cuyo sistema de lectoescritura sea el braille. Se trata de una herramienta desarrollada gracias al trabajo realizado por un importante número de profesores y educadores de la ONCE de toda España, bajo las directrices de la Comisión Braille Española (CBE).
De una manera divertida, cercana y sencilla, esta nueva didáctica Braitico favorece que los escolares ciegos que aprendan a leer y a escribir en braille lo hagan de la misma manera dentro y fuera del aula, fomentando además que el resto de sus compañeros se interesen, conozcan y familiaricen con este código.
Junto a Braitico, este curso se va a introducir también en las aulas el primer Editor Matemático Accesible EDICO, desarrollado por la ONCE en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
EDICO permite convertir en tiempo real la signografía matemática estándar en braille, de tal forma que cualquier profesor puede enseñar la materia a un alumno con ceguera sin necesidad de conocer este sistema de lectoescritura. Además, se trata de una herramienta bidireccional, ya que si el estudiante escribe en braille en su ordenador cualquier fórmula matemática, el profesor la puede visualizar en la pantalla de forma estándar. Además, permite la comunicación con el resto de compañeros de la misma manera gracias a la combinación de braille, voz y tinta, convirtiendo a EDICO en una herramienta inclusiva dentro del aula.
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