Entre las cualidades que el hombre exige al entorno en que vive y trabaja, hay varias con las que es poco exigente y que no deberían pasarle desapercibidas ya que varias concurren en el mantenimiento de su equilibrio psicológico tales como un mínimo de silencio, de calma, de regularidad de vida y de belleza. Se trata de agresiones que contribuyen a explicar el aumento del consumo de estupefacientes en algunos países industrializados que contribuyan a recobrar el equilibrio psicológico.

La principal es el ruido originada de las fábricas, las oficinas, la calle, el tráfico, los aeropuertos… que amenazan nuestros tímpanos y actúan sobre el sistema nervioso. La agitación es otro factor pues engendra un aumento de fatiga muscular, sensorial y nerviosa, multiplicándose los accidentes cardiacos. Destacaría también el deterioro del paisaje pues frecuentemente, se producen implantaciones de complejos industriales, de edificios, de vías de comunicación y de líneas de transporte…

El deseo que tienen muchos ciudadanos de dejar las ciudades polucionadas y ruidosas ha llevado a los paisajes de alto nivel de vida hacia la fórmula de segunda residencia, con lo cual los últimos paisajes rurales se llenan de multitud de pequeñas construcciones prefabricadas y poco estéticas. La belleza se convierte en una mercancía rara y preciosa que hay que ir a buscar cada vez más lejos del lugar de trabajo.

De las reflexiones precedentes se puede deducir que las transformaciones se van acelerando y agravando, y lo seguirán haciendo si no hay algo que discipline más severamente la utilización de los progresivos tecnológicos. También que, muy a menudo, la opinión pública e incluso sus dirigentes no son completamente conscientes del peligro que les amenaza y sobre todo que amenaza a las generaciones venideras.

La información permanente de los ciudadanos en la escuela y a todas las edades ha de llevarlos a conocer las amenazas que tienen a su alrededor. De ahí la necesidad de exigir a las autoridades que actúen y aceptar las limitaciones al despilfarro a base de disciplina cívica y gasto público útil que contribuyan a erradicar este problema.