Ingredientes:

Para la infusión y el almíbar de vino:

  •  750 ml de vino tinto.
  • 400 ml de agua.
  • 300 gr de azúcar.
  • 1 rama de canela.
  • 1 piel de naranja.
  • 200 gr de azúcar extra para cocinar el almíbar final.

Para las torrijas:

  • 1 barra de pan para torrijas.
  • 3 huevos.
  • ½ cucharada de azúcar.

Para freír:

  • Aceite de girasol.
  • Rama de canela.
  • La piel de limón.

Elaboración:

La noche antes vamos a preparar una infusión de vino. En una cacerola de tamaño medio añadimos 750 ml de vino, 400 ml de agua, la piel de la naranja, 300 g de azúcar y la rama de canela. Lo ponemos a fuego medio/alto y lo dejamos hervir 4 ó 5 minutos. Pasado el tiempo apagamos el fuego y dejamos que repose, con la tapa puesta, durante la noche (al menos 8 horas).

Al día siguiente sacamos la canela y la piel de naranja de la infusión que hemos preparado y comenzamos hacer las torrijas.

Cortamos el pan en rebanadas no muy gruesas (1,5 cm-2 cm aproximadamente). Reservamos.

En un plato hondo batimos los huevos y los mezclamos con media cucharada sopera de azúcar blanca. Mezclamos bien hasta integrar todos los ingredientes. En otro plato hondo añadimos tres o cuatro cazos de la infusión de vino.

Pasamos la rebanada, primero, por el plato de vino y, después, por el huevo. Debe quedar impregnada por ambos lados pero no debe chorrear.

Podemos retirar el exceso de líquido apretando ligeramente con las manos para dejar el pan mojado pero sin gotear.

A continuación, preparamos una sartén grande con abundante aceite de girasol, la piel de un limón y una rama de canela y lo ponemos a fuego medio.

Cuando el aceite esté caliente y se haya impregnado bien de los aromas del limón y la canela, retiramos estos dos ingredientes y añadimos el pan en la sartén.

No deben freírse muchas rebanadas al mismo tiempo para evitar que el aceite pierda su fuerza y que el pan quede demasiado grasiento.

Dejamos que las rebanadas se doren por ambos lados. Una vez listas las sacamos y las dejamos escurrir para que suelte el exceso de aceite en un plato sobre papel de cocina.

Preparamos la mezcla de azúcar y canela (100 gr de azúcar y una cucharada de café rasa de canela más o menos)

Pasamos las torrijas una vez fritas por la mezcla de azúcar y canela. Reservamos.

Con la infusión de vino que ha sobrado vamos a preparar un almíbar un poco más espeso, para ello añadimos 200 gr más de azúcar a la cacerola donde teníamos la infusión.

Dejamos que hierva a fuego medio/alto unos 15-20 minutos o hasta que se reduzca un poco el líquido y nos quede una textura algo más espesa, sin llegar a ser una miel.

Una vez lo retiremos del fuego, el almíbar terminará de coger espesor por sí solo. Dejamos que repose 10 minutos.

Rociamos ligeramente las torrijas con el almíbar de vino y ya tenemos nuestras torrijas listas.