Unas 200 hectáreas de tomate, melón, maíz y algunos frutales se han visto afectadas por una fuerte tormenta de agua y granizo que descargó con fuerza ayer por la tarde en Torremayor.
Desde UPA-UCE Extremadura señalan que estos daños llegan en un momento clave para estos cultivos, viéndose afectados en el momento de la siembra como es el caso del tomate, o de la recogida, como ocurre con la fruta de hueso. “Todavía desconocemos la magnitud exacta de los daños, pero tenemos constancia de que fue necesaria la intervención de los bomberos para achicar agua de varias viviendas debido, sobre todo, a la lluvia acumulada en cuestión de minutos”, señalan desde UPA-UCE.
Algunos de los agricultores afectados mantienen la esperanza de que la planta se pueda recuperar en los próximos días con las buenas temperaturas. “La plantación de melones ha quedado arrasada. Ahora toca hacer de nuevo los tratamientos necesarios para que la planta no se infecte de nuevo y pueda recuperarla”, destaca este productor de la zona.
En el caso del tomate, los daños se traducirán en más bacterias y retraso en las plantaciones por el agua acumulada.
Estas intensas lluvias también retrasan la campaña de la fruta ya que traen consigo una bajada de las temperaturas y, por tanto, la maduración del fruto tarda más en producirse.
“Estamos todo el año trabajando sobre el terreno y en cuestión de minutos vemos cómo podemos perderlo todo”, coinciden los agricultores afectados.
Por ello, UPA-UCE Extremadura pide a Agroseguro “agilidad” en la peritación de los daños provocados por estas últimas tormentas registradas en la región.
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