Francisco Zambrano es un referente para todo aquel que empieza, que está y que pretende dejar algo para la historia del flamenco. Abarca el pasado, el presente y el futuro de este arte en Extremadura, aunque siempre pretenda dejar de hacerlo, y para suerte de los aficionados nunca consiga. Ha presentado en la Diputación de Badajoz, más tarde lo hizo en Campanario localidad de nuestro protagonista, la vida y obra de Pepe El Molinero . Un humilde artesano que consiguió con la riqueza de su voz ser alguien en la época en el que el flamenco era bastón y bastión, tanto del que tenía como del que no. Un libro para descubrir, y seguir investigando.
–¿Qué ha aprendido de Pepe El Molinero ?
–He aprendido que cuando se tiene calidad, talento y ganas de trabajar se superan los hándicap. Ahí estuvo en su época Pepe, un humilde molinero, sin ascendencia cantaora alguna, ni familiar ni vecinal, que empezó a cantar con más de 30 años y debutó como profesional a los 35, en un tiempo en el que cuando además de tener buena voz y ser buen cantaor había que tener la condición de artista, porque se cobraba a taquilla sin subvenciones, y fíjese, llegó a lo más alto en muy poco tiempo. A los dos meses de su debut, en Madrid, estaba grabando en la Casa Odeón con Manolo de Badajoz, y unos meses después aparecía ya en los carteles encabezando espectáculos de Opera Flamenca en las plazas de toros de España.
–¿Qué significó para su tiempo?
–El Molinero, con su cante y su maravillosa voz, fue un soplo fresco de calidad que interrumpió el orden establecido, y fue capaz de proyectarse como profesional, en lo más alto del escalofón del espectáculo flamenco de su época. De él podemos aprender algo importante. Con mimbres y determinación y sobre todo voluntad y trabajo se pueden conseguir casi todos los objetivos.
–¿Qué podemos aprender los aficionados de su biografía?
–Que tenemos en Extremadura, historia documentada en todas la etapas del flamenco y que tuvimos una serie de artistas, de la calidad del Molinero y de los demás creadores, que dieron a conocer e hicieron valer a Extremadura en el flamenco y esto hay que reconocerlo y aprenderlo. Un pueblo que olvida su historia y a los que la hicieron o destacaron en ella, termina perdiendo su identidad.
En este libro también conocerá el aficionado como se consiguió que reconocieran la creación de su taranta, podrá conocer cuáles eran los cantes en los que destacaba el Molinero y un análisis de sus fandangos y su faceta de letrista flamenco hasta ahora desconocida.
También el descubrimiento de la guitarrista María Casado y de otros guitarristas extremeños como El Maestro Corrales, o Joseliyo Corrales. Por último podrá conocer, la historia del flamenco organizado en Campanario uno de los pueblos más flamencos de Extremadura, que tiene una peña flamenca, la Peña Flamenca Duende y Pureza – Pepe El Molinero de Campanario que es modelo de funcionamiento y flamenquismo en toda la geografía cantaora.
–¿Qué ha sido lo más complicado de esta publicación?
–Sin duda, documentar el descubrimiento de María Casado y recuperarla para el flamenco extremeño ya que, a pesar de haber sido una auténtica pionera o precursora como guitarrista profesional, de la guitarra flamenca femenina de acompañamiento y una de las cuatro o cinco que han existido en toda la historia del flamenco, era una auténtica desconocida en nuestra tierra y fuera de ella. María Casado es la única guitarrista flamenca profesional de acompañamiento que ha dado Extremadura. Sin embargo lo único que conocíamos de ella, y solo unos pocos, es que era extremeña y que había sido la guitarrista acompañante oficial de Pepe El Molinero a lo largo de toda su vida artística. Por eso destaco, que su descubrimiento es quizás, la gran aportación en el campo de la investigación en el flamenco recogida en este libro. También me llevó un tiempo importante y fue complicado aclarar todo lo relacionado con la famosa y emblemática colombiana del Molinero.
–Usted asegura que cumple así una promesa…
–Digamos que más que una promesa, un compromiso voluntario que contraje conmigo mismo, que es el más fuerte por ineludible, hace más de 30 años cuando partíamos de cero en el flamenco extremeño y decidimos crear y poner en marcha la Federación de Entidades Flamencas de Extremadura. Por eso digo en la introducción que especialmente con este libro sobre José María Gallardo Ponce, Pepe El Molinero al que le catalogué su taranta y conseguí que se reconociera como propia en un Congreso Nacional de Arte Flamenco, culmino mis publicaciones y cumplo con todo lo que me comprometí. Puedo decir con orgullo que he tardado mucho porque también había que trabajar para vivir, pero también que ha valido la pena, ya que no es frecuente en cualquier proyecto, que al final salga todo lo que te propones y con lo que te comprometes.
–¿Cual a su juicio lo más incorrecto que se ha dicho de nuestros cantes autóctonos?
–Que no existían. Y esto fue ayer y en boca de personas muy acreditadas en Badajoz, que eran la élite del flamenco organizado en Extremadura y después más recientemente en la de algunos de los que hoy sacan pecho en Cáceres con estos mismos cantes y sus intérpretes principales que no reconocían. Afortunadamente como ocurrió con Porrina, cuando lo recuperamos y conseguimos mediante un homenaje regional que le pusieran una calle y un monumento en la ciudad que lo vio nacer, que prácticamente todos se convirtieron al Porrinismo , también hoy todos se han apuntado a nuestros cantes extremeños, aunque algunos con gran oportunismo.
–¿Qué tiene la Serena y la Siberia para forjar tantos artistas puntales del flamenco?
–Es una pregunta que yo también me hago y me he hecho en mis libros. En éste sobre El Molinero y en el de José Nieto Sánchez, Pepe El de Orellana . ¿Qué tendrá esta zona de Extremadura tan apartada, tan desconocida que conforman La Serena y la Siberia extremeña, para dar y seguir dando tantos y tan excelentes artistas para el flamenco?, porque ahí están Pepe el Molinero, Pepe Nieto el de Orellana, Manzanito de Castuera, Juanito Talarrubias, El Niño de Rena, María Casado, el Maestro Corrales –descubierto y sacado a la luz también en este libro–, Felipe Lara, Cándido de Quintana, Paco Dávila-., y hoy siguen muchos más con premios nacionales conseguidos: Miguel de Tena, Celia Romero-Podríamos contestarnos recurriendo al sentencioso cante por soleá: ‘No preguntes por saber – que el tiempo te lo dirá— que no hay cosa más bonita – que saber sin preguntar’.
–El libro incluye un CD de grabaciones del artista, ¿cómo ha conseguido aglutinar ese patrimonio musical?
–Como toda la documentación que apoya el libro, a través del tiempo, buscando, rebuscando y generosamente gastando e invirtiendo, porque las publicaciones, los discos y los viajes no salen gratis. Cuando empezamos en 1982, no teníamos ninguna grabación de Pepe el Molinero. Es más ni siquiera las tenía su familia. Hoy con este libro están todas al alcance de todos los aficionados, tanto los cinco discos que grabó en 1931, con Manolo de Badajoz en la Casa Odeón, como la grabación que hizo a los ochenta años, en 1975, con el guitarrista Remolino Hijo, con una voz todavía perfecta, como él mismo dice –igual que la de un niño–, con ocho cantes seleccionados, entre ellos su famosa colombiana. Aunque tengo que decirle que yo a lo largo de los más de 15 años de programas radiofónicos que he hecho en la SER, en la COPE y en Canal Extremadura de forma totalmente altruista, les había dado ya amplia difusión a las mismas.
–Qué le queda por hacer respecto al flamenco extremeño?
–Disfrutarlo sin el agobio de compromisos adquiridos. Ahora estoy culminando una publicación de las grabaciones en pizarra o mejor en 78 rpm. de los artistas extremeños para El Centro Extremeño del Flamenco, pero ya sin ese estrés de cumplir con lo que me había propuesto y comprometido. Seguro que escribiré más porque ahora tengo mucho tiempo para dedicarlo a estos menesteres. Pero yo ante todo me considero un aficionado de los que disfrutan hablando de flamenco entre un grupo de afines y sobre todo escuchando cantar, aunque también disfruto con el baile y con el toque. Así que mientras más tiempo me conceda la salud y el destino, más disfrutaré.
–Le hago la pregunta del anterior invitado (Paco Mora, bailaor): ¿ayudas en pecunia/pecuniae o espacios abiertos y obligados de contratación?
–Subvenciones siempre a proyectos bien documentados y después correcta justificación de los gastos.
Palop Flamenco
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