Nos indica Gistau, que una de las conversaciones más comunes entre deportistas y críticos y aficionados y articulistas del deporte es nombrar quién o quienes son los mejores deportistas a y en la historia.

David Gistau, en una columna, titulada El mejor, del 11 de agosto del 2013 en El Mundo nos hace este ejercicio con palabras. Si entras en el palacio cretense de mil habitaciones que es Internet, encontrarás listas de todos los deportes y, de todos los colores, cobre la misma temática o por deportes o por países o…

Decía Umbral, si no recuerdo mal, que nunca había realizado una crónica-columna-artículo sobre el deporte o sobre el futbol. De todas las temáticas que nuestro autor-maestro-genial, considerado uno de los grandes del columnismo de toda la historia, de nuestro solar (Larra, Clarín, Ortega, Ruano, Umbral…), era una de las temáticas, que no rozó o estudió o analizó o divagó.

Me encuentro en una situación personal similar a la de Umbral, por un accidente de automóvil, a una edad muy temprana, en mi caso, se me prohibió tajantemente jugar al futbol, que en mi época era el deporte de los niños y de los grandes, una pelota, es un elemento simple y redondo y circular, apto, para realizar las mayores imaginaciones posibles, incluso, podría hacerse, en tiempos anteriores, con trapos, poniendo cuerdas alrededor. La enorme fuerza de la acción de los niños llevaba a materializar esta posibilidad. Por lo cual, apenas sé del deporte. Cierto, el realizado, en Educación Física, entonces se denominaba Gimnasia, y, un curso que fue todo de teoría, porque el campo del deporte del Instituto estaba en obras…

Pero, yo quería hacer una excepción, quería y deseaba, que a lo largo de mi modesta trayectoria de columnista personal o literario o de opinión, realizar al menos una decena/docenas de crónicas-artículos sobre el deporte. Ya que el deporte, tiene que ver mucho con el juego, y con el juego reglado y éste con el juguete, y, el deporte, tiene muchos aspectos y vertientes desde la sociología, la economía, la política, y, mil otras hojas que se deshacen en los ojos de la realidad.

Nos puede gustar más o menos el deporte, el futbol, que desde los ingleses de finales del siglo diecinueve, dicen las historias que lo introdujeron en nuestros viñedos  secanos de nuestro sol y agua y tierra. Pero no podemos negar los hechos, un gran partido entre dos grandes capitales de este pentágono que forma esta Península, es suficiente, para que el país se paralice-duerma-silencie durante varias horas, por la tarde, da lo mismo, sea primavera o sea otoño. Antes, el futbol tenía que competir con el deporte-sangre-rito del círculo entre cosos y un ser viviente con dos cuernos y un corazón, con un ser bípedo con una estoque y una capa como un mar relleno de rojos hambrientos de silencios/sangres…

Salvo algunas vaguedades no sé cuales son los más grandes deportistas de la historia, de mi continente geográfico o cultural del fútbol, tengo algunas ideas vagas, ni sé del boxeo, ni de los cien metros, ni de los saltos de piscina, pero si creo entender, un poco, solo un poco, de la naturaleza humana. Decían, el otro día, en un reportaje, que se dedicaba al análisis e un máximo dirigente y guiante de un Estado, no diré el nombre, ni el famoso apellido, que “en su oficio de analista de información, le habían dado un conocimiento enorme sobre la naturaleza humana”, parafraseo la frase, porque indicar y expresar, sin materializar el nombre, créanme es difícil.

Lo he oído dos o tres veces, en los medios de televisión, es un especialista, ese oficio y profesión que ejerció de joven hasta mediana edad, le había servido para estudiar y analizar y conocer y concretar y manipular a los hombres. Uno, enseguida le viene a la cabeza, que piensa y siente y percibe, que creía que los psicólogos y los antropólogos y los filósofos y los teólogos y…, conocerán y conocerían más sobre la naturaleza humana, jamás, se me habría ocurrido que las personas que ejercen ese oficio, o que lo ejercieron, que ese señor, que ahora ocupa la cúpula máxima de un Estado, que ha formado un buen lío en un lado de Europa, y, que cada día, nos levantamos con una profunda tristeza, para saber, si esto se nos va a ir de las manos, tiene un enorme conocimiento de a naturaleza humana.

No lo digo que no sea así, pero me ha sorprendido. Pero lo que no conoce este señor, es la Historia de Europa, de estos dos últimos siglos, porque ha cometido el mismo error, de otros gendarmes de la Alta Política de hace ocho décadas… Error común, en los humanos, piensan que el que es tolerante, individuo o colectivo, es débil, y, solo es tolerante. Aplíquenlo ustedes al campo que quieran y deseen…

Pienso y opino y percibo que los que nos quitaron el sueño del deporte, por necesidad médica a una edad temprana, que se nos prohibió jugar al futbol, a una edad demasiado juvenil, perdimos algo del entendimiento y del conocimiento humano. Perdimos una posibilidad de hablar con unos y con otros, de forma rutinaria, de tener un tema para hablar, de ser más extrovertido, de ser más común como la mayoría en la gran afición del deporte, de comprender la vida desde un partido de equis temática, porque al final, la vida es una especie de competición, todos quieren aspirar al primer grado de algo, el coadjutor, decían antes de una parroquia ser párroco, el párroco de una parroquia ser de una mayor o más importante, el ejecutivo le sucede lo mismo. Todos aspiran a. y, aspiramos a un paso un poco mejor. Sin entrar en lo que es mejor.

Al no ser sabio en algún deporte, me he perdido mucho conocimiento de la realidad, y el señor Umbral, usted y yo, no podemos, tampoco, redactar columnas sobre el fútbol, con lo cual, tampoco, sé suficiente sobre el toreo, aunque he asistido a algunas de niño o joven, por lo cual, tampoco podemos realizar artículos sobre dos realidades del alma-carne-psique que ha atravesado varios siglos en este conjunto de estrellas clavadas en Celtiberia…

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JMM Caminero