Sea un conflicto equis, social, político, económico, familiar, laboral, etc., siempre se suele caer en el error de no captarlo desde el inicio hasta el final, solo en un tiempo determinado…

Un conflicto equis, sea del tipo que sea, por lo general, raramente se analiza y valora y pondera en el desarrollo del tiempo. Y, especialmente en el inicio de dicha cuestión o tema. Y, esto sucede en los trabajos, en las familias, en la sociedad, en la política, en la economía.

Imaginemos que un conflicto equis, dura diez o veinte años, y, solo se valora la situación de dicho conflicto en el medio del tiempo, pero no se valora en el inicio, o solo se valora al final, pero no en el principio y todo el desarrollo.

Con lo cual, personas que se van integrando en ese “conflicto” de una forma u otra, solo lo perciben “desde ese momento”, o en solo unos “momentos espacios temporales”, con una serie de variables y dimensiones y no otras.

Y, por consecuencia, “las nuevas personas que van integrando el conflicto equis”, sea del tipo que sea, “adoptan una posición o adoptan otra”, pero desde ese punto de vista, temporal o espacial.

La cuestión se complica, porque sea el conflicto laboral, familiar, social, económico, político, siempre se toma “afectiva y emocional y sentimentalmente” por una parte de las dos o tres que existen o existan. De tal modo, que las “razones o motivos del otro” se ignoran. Puede ser que el otro no sea “capaz de defender sus puntos de vista”, puede ser que no se le escuche, que solo se oiga una parte, puede ser…

Por lo general, en un conflicto equis, sea del tipo que sea, casi siempre se cae en el error afectivo y, después racional, porque la afectividad se eleva a la categoría de racionalidad, que “solo se escucha a una parte”, a la que se está más cerca por motivos irracionales afectivos, sentimentales, ideológicos, políticos, etc., y se ignora a la parte contraria. No se cumple el principio universal de que “en un juicio tienen que existir dos partes, dos partes al menos”, y, que para juzgar y sentenciar “hay que escuchar a las dos partes”.

Y, tampoco se cumple, el enunciado “que la parte no es el juez, ni el tribunal, ni el jurado”, sino solo una parte. Por lo general, no se escucha o raramente se escucha a una parte. Este es el drama de los conflictos sean del tipo que sean…

De ahí, la enorme necesidad de Tribunales Superiores en todos los conflictos, y, especialmente en los políticos. El Estado es el invento de la humanidad, que ha creado o inventado o descubierto para que “exista un Juicio Justo”. El Estado, casi siempre, funciona como Tribunal Superior en los juicios o conflictos de todo tipo que se producen en su seno…

El problema está, en todos esos conflictos, que “no está claro quién tiene que ser el Tribunal Superior que juzgue”, por ejemplo, entre dos Estados, entre dos comunidades dentro de un Estado, si ese Estado no tiene suficiente fuerza, entre cuestiones laborales, en temas de amistad y amistades, en temas familiares… En todas esas cuestiones, la cuestión se complica hasta grados enormes. Y, cada vez, muchas veces, en vez de aclararse se va enmarañando…

Pero si viésemos la historia del conflicto, los orígenes del conflicto, sea familiar, social, político, económico, interestatal, etc., se podría captar y ver una cuestión más clara y evidente. Si esa norma equis, ha sido refrendada por un Tribunal Internacional o no. Si el conflicto lo empezó una parte y no otra. Si en el conflicto la parte que lo empezó obligó a la otra parte a que se defendiese. Si cuando empezó el conflicto si la parte que lo empezó hubiese ganado la partida, la parte atacada habría perdido y se habría silenciado el conflicto para siempre. Pero si la parte atacante gana ese primer conflicto, entonces, se olvida, quién empezó y quién se defendió, etc.

En un conflicto equis, sea del tipo, social, económico, político, cultural, religioso, familiar. Puede verse un “origen del principio”, un “principio del principio”. Y, por lo general, si existen dos “partes o tres partes”, por lo general, una “una, es el origen del conflicto, esté muy tarde o antes en el tiempo, unos meses, unos años, unas décadas, unos siglos…”.

Y, la otra parte, solo ha tenido como solución o remedio nada más que defenderse, de una manera o de otra. Muchas veces, la defensa es mala o negativa o no eficiente. Es más, demasiadas veces, el “originador del conflicto queda como victima, y el que se ha defendido, como verdugo”, cuándo en la realidad es lo contrario…

De ahí, las grandes teorías de la sociología y de las ciencias sociales, de la cohesión y del conflicto y del entendimiento… El ser humano debe caminar hacia teorías prácticas del entendimiento, y en todos los conflictos… Por desgracia, nos encontramos en la vida real y rutinaria, personas que buscan el conflicto, sea del tipo que sea. Porque lo necesitan psicológicamente, para tapar muchas obscuridades de su corazón, para suavizar traumas que soporta malamente, ponen una o mil excusas para crear un conflicto con otra entidad, sea estrato social, sea persona, sea colectivo, sea ideología, etc., -y, la otra parte, que no desea conflicto, se ve obligada a defenderse…, muchas veces, el que se defiende, pierde, y, el que ha creado el conflicto gana-.

¡Y, lo peor es que los conflictos se van enredando, anudando, enrollando, formando espirales de conflictos, y, al final, encontrar la equidad y la justicia es enormemente complejo y complicado…! ¡Pero siempre una parte equis, no quería el conflicto, y, una parte equis, podría estar refrendada por la ética, el derecho, un Tribunal Superior…!

Y, lo peor de todo, que en muchas situaciones, el que es la victima, individuo o colectivo, pasa como verdugo, y, el verdugo como victima. Y, la victima, lo único que ha hecho es medio defenderse, y, alejarse para que el conflicto no se agrave, y, el verdugo, creador del conflicto, ha sido el que lo ha creado y mantenido y criado el conflicto. Y, encima es el que ha creado el conflicto y encima es tomado como la persona o grupo que es la equitativa y justa y la victima como el injusto…

El cambio de todos los valores de Nietzsche se ha impuesto… ¡Ahora dirá usted, en tal conflicto equis, sea social, económico, político, cultural cual es el creador del inicio o del principio del conflicto, quién es el originador del conflicto, quién es la victima y quién es el verdugo…! ¿Quién le pone cascabel al león…? ¡Qué ha dicho el Tribunal Superior, si existe, en ese conflicto, qué y quién es, y, qué ha dicho…! ¡Paz y bien y equidad y racionalidad y…!

¡Hay realidades de la Naturaleza que superan mi inteligencia y mis conocimientos, hay realidades de la Sociedad que también lo superan…!

JMM Caminero