Como todo lo creativo, es difícil, por tanto, todo el mundo se ha planteado cual es el secreto del artículo, se dice que Ruano lo conocía, se dice que Pemán lo sabía.
Creo y estimo y valoro que por nuestro terruño han pasado decenas de grandes columnistas de opinión desde hace dos siglo y medios –he escrito ya varias veces, que intuyo que en el siglo dieciocho ya se encuentran articulistas, en el pleno sentido de la palabra, personas que opinan sobre diversos temas, y, que los investigadores deben hacer salir de sus cuevas de hemerotecas, nombres y autores, esperamos ver alguna publicación extensa sobre este tema, antes que los ojos se cierren-.
Estimo y creo y juzgo y sentencio que los grandes columnistas de nuestra sociedad han descubierto el secreto y tesoro y el enigma del artículo, existen decenas y decenas, Fernán González anterior a Larra, pero todos los del siglo diecinueve, todos los del siglo veinte, y, todavía vivientes existen varias docenas –aunque en estos momentos, quizás, articulistas de opinión, cobrando estipendios o no, con ochocientos periódicos digitales, sin contar las opiniones que se extienden en radio y televisión y canales de Youtube, quizás, al menos existan varios miles de articulistas, cómo siempre porqué no se hacen directorios, las Asociaciones Provinciales de Prensa, porque no abren una etiqueta en sus Webs, y, se vayan apuntando…-.
¿Cuál es el secreto del artículo literario de opinión o personal…? He manejado en estos últimos años, una decena de tesis doctorales sobre esta temática, y, al menos también unos cuantos TFG sobre esta cuestión, y, debo confesar, que como en todo. Cada articulista de nombre y renombre, en nuestra geografía, tiene su estilo y su tendencia. Tan bueno pueden ser Umbral como Campmany, o A. Sánchez o Ansón como Albiac, o Cuartango como Ussia… cito a estos nombres, porque lo normal es que publiquen dos o tres columnas cada semana.
También, estarían el grupo de escritores-articulistas, narradores de renombre, y, después publican uno o dos a la semana, en un medio o en varios. Es que he defendido en otros artículos, que no es lo mismo redactar cuatro o cinco a la semana, que uno o dos en el mismo periodo de tiempo. La realidad cambia. Entre los escritores literarios todos los que han tenido nombre o renombre, o lo han procurado han materializado y cristalizado artículos de opinión. Y, si no todos, casi todos: Gala, Cela, Camba, Cunqueiro, Montalbán, Plà, Muñoz Molina, Rosa Montero, Millás, etc. Todos los escritores literarios en España son articulistas literarios, y, casi todos los columnistas de opinión aspiran a ser literarios escritores…
Pero todos buscan, buscamos, cual es el secreto del artículo, o cual sería el artículo con nuestro secreto o el secreto de nuestro artículo. En definitiva, nuestro estilo, estética, tendencia, forma, contenido, continente, que diga algo, que sea aceptado con suficiente audiencia, que se considere arte, que pueda perdurar, y, que un medio importante quiera contratarte con dividendos en céntimos de euro…
El articulismo en España es complejo, como casi todo. Todo está bajo una bandera, todo se percibe, si alguien redacta una línea, si es y ha sido o está bajo una bandera o la otra. Y, por tanto, no hay aptitud y actitud de silencio crítico y analítico para mirar con el mayor grado de razón y racionalidad. Este es el problema. No se lee con profundidad y esencialidad, solo si esa columna periodística y ese autor/a están en un lado del foso de los leones, del teatro o del anfiteatro o del circo romano actual. Así, no podemos avanzar. Así es casi imposible.
Un articulista publica donde le dejan, como una persona trabaja dónde puede y le dejan. No hay diferencias. Porque alguien publique en tal medio, no quiere decir, que su corazón tenga una bandera o tenga otra. Porque en una columna defienda tal cosa, no quiere expresar que defienda tal cosa o tal otra siempre. Existe la libertad de pensamiento, déjenla que la tengan también los articulistas y escritores. Así, podrán ir descubriendo el tesoro-secreto-misterio-enigma del artículo. Así, podrán darnos un producto cultural más profundo y perfeccionado y avanzado… Así, nos servirán, dejen al médico de la carne que haga su trabajo, dejen a médico del alma, que haga su trabajo…
Siempre opino y digo y pienso y escribo, para conocer el tesoro de los articulistas, como para conocer el secreto de la naturaleza, lo primero, que hay que saber es cuánta naturaleza existe, cuántos animales y plantas existen, por tanto, lo primero que hay que saber y conocer, es cuántos articulistas existen, en los grandes centros culturales y en las provincias. Y, a partir de ahí, se tendrán los datos para averiguar cual es el secreto del artículo.
Dice/decía, Umbral, que cuando joven y menos joven, buscaba el secreto del artículo. Creo que Umbral y Alcántara y tantos otros lo encontraron, su secreto. En esto y en eso andamos muchos, creyendo que estamos a punto de conocer el secreto del artículo. Otra cosa es que la audiencia, crea que lo has encontrado, y, por tanto, los lean y los piensen y los mediten y los reflexionen…
JMM Caminero
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