La Casa de la Cultura “José María Vargas-Zúñiga” de Ribera del Fresno se llenó de emoción, música y memoria en una nueva edición de “Un vino con…”, la propuesta cultural impulsada por la Asociación para el Desarrollo de la Cultura del Vino en Tierra de Barros (AVITIBAR). En esta ocasión, el protagonista fue el cantautor ribereño Antonio Suárez Suárez —conocido artísticamente como Lolín—, afincado en Granollers (Barcelona) desde su adolescencia, pero vinculado sentimentalmente a su pueblo natal, al que regresa cada año.

Durante cerca de tres horas, Suárez ofreció un emotivo concierto en el que repasó un repertorio con raíz local y fuerte carga identitaria. Canciones como Corazón de nostalgiaAlma ribereñaFandango a ExtremaduraRibera donde nací o Amor de mi tierra resonaron en la intimidad del salón de actos ante una treintena de personas, entre socios de AVITIBAR y vecinos de la localidad.

La actividad combinó la música en directo con una degustación de vinos locales, convirtiendo la cita en una experiencia sensorial completa. A lo largo de la velada, se cataron tres referencias de la bodega Carlos Plaza: un verdejo blanco, un tempranillo joven y un tinto selección crianza elaborado con tempranillo, merlot y syrah. Las catas, maridadas con aperitivos sencillos, fueron dirigidas por la vicepresidenta de la asociación, Ana Monzú, y el presidente, Antonio Flores.

Precisamente, Flores destacó que la actividad nació de una propuesta ciudadana:

“Esta iniciativa surge a raíz de la petición de una de nuestras socias. AVITIBAR es una asociación abierta, transparente y participativa. Aunque contamos con un plan de trabajo anual, estamos siempre receptivos a recoger ideas de los socios”, explicó.

El propio presidente dio la bienvenida al acto con una breve intervención, tras la cual se fueron intercalando canciones y vinos en un formato cercano, emocional y didáctico.

“Queremos que el vino vuelva a ser una excusa para reunirnos, para compartir, para reencontrarnos con lo que somos. Y la música de Antonio fue el vehículo perfecto para lograrlo. Nos emocionó profundamente”, señaló.

Tanto el presidente como la vicepresidenta valoraron de forma muy positiva el desarrollo de la actividad, tanto por su carácter singular como por la calidad artística y humana del invitado.

“Fue una jornada acogedora para reencontrarse con nuestras raíces a través de la voz de Antonio y los vinos que nos definen como tierra”, afirman desde AVITIBAR.

A la vista del éxito y del interés que despertó el acto, la organización no descarta repetir la experiencia en un espacio de mayor aforo, como el auditorio municipal, con el fin de que más público pueda disfrutar de esta fórmula que aúna cultura, patrimonio y sentimiento colectivo.

Juan Francisco Llano