Si un galeno es amonestado por un superior porque fuera de su horario laboral atiende a una niña con cuidados paliativos es que ya estamos a las puertas de la extinción humana.

Vamos hacia atrás a pasos agigantados y esto no lo para nadie. Lo que tienen que hacer los médicos, profesores o gente con vocación es pegar fuerte, es decir, ahora es el momento de actuar y no esconderse o proteger sólo su ridículo puesto de trabajo.

Tarde o temprano mueres con lo que ahí pierdes todo, que más te da perder una nómina, puedes encontrar otra, si por defender una vida o una pasión te quitan de en medio  es que le estás tocando las narices a un sistema que no es nada.

El sistema parece muy fuerte pero tiene los pies de barro y con un sólo toquecito bien dado se derrumba. Para ejemplos tenemos muchos, sólo lo sustenta la ira, la violencia, nada más.

Todo eso de los derechos humanos y las democracias son patrañas. Es todo una farsa. Así que más valdría que todo ser humano valeroso y solidario no escondiera la cabeza sino que arremetiera contra todo un sistema falso que sólo tiene caretas.

En realidad siempre fue así lo que ocurre que hoy como nunca es muy evidente y las caretas se han caído porque no pueden sostenerse más.

Bueno, amigos, esperando con esperanza de que las cosas en algún momento peguen un giro, me despido  de ustedes con un saludo muy cordial.

Muchas gracias.