Extremadura vuelve a demostrar que sabe hacer las cosas muy bien.

Zaleo Tinto, el Tempranillo joven elaborado en la bodega experimental de Viñaoliva, ha sido reconocido como el mejor vino joven de su categoría en España según los prestigiosos Premios Baco Cosecha 2024, alzándose con la Gran Medalla de Oro, el máximo galardón del certamen.

Este reconocimiento nacional no es un premio cualquiera. Es el reflejo de un trabajo serio y riguroso que viene haciendo el Grupo Viñaoliva, considerado hoy el referente indiscutible del sector agroalimentario extremeño. Una empresa que no solo está a la cabeza en facturación, sino también en innovación, proyección estratégica y defensa del producto extremeño con orgullo y una fuerte convicción.

Los Premios Baco, organizados por la Unión Española de Catadores, son el concurso más prestigioso dedicado exclusivamente a los vinos jóvenes. En esta edición se cataron a ciegas 415 vinos, y por primera vez se estableció un pódium varietal para destacar las mejores cepas autóctonas del país. En esa liga de grandes, Zaleo Tinto se ha impuesto como el mejor Tempranillo joven de España, destacando por su pureza varietal, frescura y equilibrio.

Este tempranillo no es fruto de la casualidad, sino del compromiso del Grupo Viñaoliva por innovar desde el conocimiento del terreno, desde la experiencia de quienes entienden muy bien el campo y del talento de profesionales que saben defender y transformar lo que se cultiva en Extremadura en productos con sello internacional que se adaptan fenomenalmente a lo que pide el mercado.

Zaleo ya se comercializa en más de quince países, pero nunca ha dejado de hablar en el idioma de su tierra, Extremadura.

Lo explica claramente Alberto Carrillo, director general del grupo:

“Este premio no solo reconoce un vino, reconoce una forma de trabajar por parte del agricultor y el compromiso de profesionales responsables con su entorno por defender el producto extremeño. La forma de hacer las cosas bien, de tomar decisiones con visión, de apostar por la calidad, por nuestra tierra y por las personas. Es la confirmación de que vamos por el camino correcto. Y Extremadura también.”

Carrillo lo resume así:

“Tenemos que creernos que podemos competir, y no solo competir, sino liderar. Porque fuera se valora lo que hacemos en Extremadura. Viñaoliva va a seguir tirando del carro, apostando por nuestro producto, por nuestra agricultura y por una región que cada vez está más preparada para decir: ‘Aquí también sabemos hacerlo muy bien’. Porque lo estamos demostrando.”

Zaleo Tinto no está en grandes superficies porque se vende en Canal Horeca y tiendas especializadas. Desde Viñaoliva lo dicen así:

“Cuando vayas a pedir vino, pide Zaleo por su nombre.”

Este galardón es mucho más que una medalla. Es un reconocimiento a todo un modelo de potencia agroalimentaria, el de una Extremadura que se organiza, que cree en lo suyo y que encuentra en el Grupo Viñaoliva una bisagra fundamental entre el campo, el conocimiento, la profesionalidad y los mercados. Una empresa que abre camino y lo hace con responsabilidad a la par que seriedad, con la calidad que se espera y con el objetivo de hacer futuro del campo extremeño.