Escritores, pensadores, científicos y humanistas han alzado su voz este fin de semana desde el festival Siberiana de literatura y naturaleza de Tamurejo para evidenciar la urgencia de poner freno al cambio climático y de la necesidad de “meterse en jardines para afrontar los retos del futuro”, como apuntó la propia alcaldesa del municipio, Rosa María Araújo, en la inauguración del festival el viernes, que estuvo presidida por la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín.
Durante dos días del fin de semana, nombres referentes de la literatura, el activismo rural y natural y el pensamiento sobre la renaturalización del mundo se han dado cita en este pequeño pueblo de la Siberia extremeña de apenas 200 habitantes para poner el foco en uno de los problemas más graves que amenazan a la humanidad actualmente. “Sabemos que tenemos hoy temperaturas del mes que viene, nos estamos hirviendo. Somos como esa langosta que metes en una cazuela a hervir y no se da cuenta que se está hirviendo hasta que muere”, clamó el escritor y director del festival Gabi Martínez.
De ahí la necesidad de meterse en jardines, como ha reivindicado este festival, “porque meterse en un jardín es -explicó el director- es proponer algo nuevo, proponer un cambio, porque están pasando cosas complicadas, aportar posibilidades e ideas, poniendo el foco en las ciudades, algo decisivo ya que más de la mitad mundial viven en las ciudades y que en las ciudades donde salen las ideas que influyen al mundo”, concluyó.
Los escritores expertos en la España vaciada Sergio del Molino o María Sánchez, el filósofo, antropólogo y escritor, Santiago Beruete, que ha acuñado el término jardinosofía; la periodista experta en arquitectura, Anatxu Zabalbeascoa; la meteoróloga y oceonógrafa Mercedes Martín, los escritores João Reis y Cristina Reyes, o el periodistas José Ramón Alonso de la Torre, entre otros, han unido sus voces en este alejado rincón del mapa extremeño para encender la chispa del pensamiento crítico sobre el clima, sembrando pasos hacia la transformación.
Así, Tamurejo, “un pueblo pequeño que hace cosas grandes para sus vecinos y para los que sienten un vínculo con la cultura”, parafraseando a su alcaldesa, se ha convertido con esta sexta edición de Siberiana en el epicentro del diálogo y la reflexión sobre el cambio climático, promoviendo una toma de conciencia colectiva y el impulso a la acción.
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