La intervención ha sido llevada a cabo en los talleres de la restauradora fontanesa Fátima Merchán, quien ha destacado la singularidad de la escultura: una talla elaborada en el siglo XVI con la técnica de pasta de maíz, originaria de Michoacán (México). Este procedimiento, empleado por los pueblos indígenas purépecha antes de la llegada de los españoles, fue posteriormente adaptado a la creación de imágenes religiosas católicas tras la evangelización del continente.
Se trata de una escultura de bulto redondo, policromada y hueca en su interior, lo que le otorga una notable ligereza —no supera los 5 kilos de peso— en comparación con las tallas en madera. Representa a Cristo en el momento de la crucifixión y conserva elementos originales como el paño de pureza tallado, aunque hoy luce un faldellín de tela.
La restauradora subraya que la obra se encuentra en un estado de conservación delicado, especialmente en lo que respecta a su estructura, lo que hacía imprescindible una intervención para garantizar su preservación. En Extremadura apenas se conservan ejemplos de este tipo de imaginería americana, aunque existen casos documentados en Fuente del Maestre y Los Santos de Maimona.
Exposición y próxima festividad
La Hermandad de San Francisco invita a vecinos y visitantes a contemplar esta valiosa talla y a participar en las fiestas patronales, en las que, como recordaba San Francisco de Asís, la comunidad desea compartir un mensaje de “Paz y bien”.

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