Tarde de fútbol en el Eusebio Bejarano, se presentaba el equipo de Chuno con apenas cuatro días de entrenamiento pero con muchas ganas de dar buenas sensaciones, con notables ausencias en el cuadro Oliventino afrontaba un partido que despertó el interés del público presente que se congrego en el recinto pacense, cerca de 300 aficionados, casi un centenar proveniente de esta localidad.

Comenzaba el partido con mayor empuje del Badajoz B, el filial combinaba rápido pero no lograba concluir prácticamente ninguna jugada y Santi se convertía en un mero espectador durante todo el primer tiempo. Pasado los 8 minutos de partido, un desajuste defensivo fue aprovechado por el filial para tomar la delantera. Este fue el único disparo realizado entre los tres palos durante los 45 minutos de la primera parte, donde un habilidoso Víctor aprovechaba el regalo para batir a Santi que nada pudo hacer para evitarlo.

A partir del gol y con el paso de los minutos el Olivenza fue creciendo, gozo de suficientes ocasiones para igualar la balanza, Alex Alvero, Alexis Viveros que con gran un testarazo en el área pequeña puso el uyyy en las gradas… pero su remate salió rozando el palo. Juanito Monroy fue un auténtico quebradero de cabeza durante todo el partido para la defensa local, pudiendo lograr el empate, pero un hubo puntería en la definición. 1-0 descanso.

Con la delantera en el marcador por parte del filial, comenzó la segunda parte con poco o nada de cambio en el partido, más dominio del cuadro blanquiazul, que vestían en esta ocasión de Amarillo y verde, un Badajoz agazapado que esperaba un mínimo error del visitante para dar la puntilla.

Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe y una obra de arte salió de la botas de Raúl Silva que de un fuerte chut desde 35 metros alojo el balón en la escuadra de la portería local sin que nada pudiera hacer el guardameta local por evitarlo.

El golazo del canterano le dio una marcha más por así decirlo al equipo que con la suma de los cambios mejoro todavía más, la lucha de los de Chuno era constante, un Olivenza que luchaba por cambiar el resultado, unas veces el acierto del guardameta y otra el desacierto de los delanteros evitó que el segundo subiera al luminoso.

Con el (1-1) se llegó al final del partido donde los penaltis serían quienes decidieran y no siempre gana el mejor. Comenzaron los lanzamientos donde el filial estuvo acertado desde los siete metros dejando el resultado (3-1).