El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha presentado en el Ayuntamiento de Mérida, el proyecto de las obras de reforma de la Residencia de Mayores El Prado.

Estas obras, que ya han comenzado, abordan una reforma integral del edifico, entendiendo como integral en el sentido de que se abordan todas las necesidades que tienen el edificio, los residentes y trabajadores, según ha señalado el consejero de Sanidad y Servicios Sociales.

La obra cuenta con un presupuesto de 4,7 millones de euros y estarán totalmente finalizadas en 2023, entre otras cuestiones, según ha dicho Vergeles, porque la inversión en esta reforma ha supuesto la reprogramación de los fondos FEDER del Programa Operativo 2014-2021 y la UE obliga a certificar en determinado plazo el uso de fondos europeos.

El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales ha señalado que las obras de reforma y mejora de este centro residencial de titularidad pública es una de las más significativas que aborda el gobierno regional que resuelve una deuda que éste tenía con los residentes en el Centro Residencial y con la ciudad de Mérida, tras conseguir poner en marcha el centro de día para personas afectadas por el alzheimer.

José María Vergeles se ha referido a que la inversión en las obras de reforma del Centro Residencial El Prado es importante pero absolutamente necesaria, como ocurre con otros centros de los años 70 que también están siendo reformados. Ha señalado el consejero el importante papel que en estos proyectos tiene la UE, pero también el Gobierno regional al decidir cómo tenía que invertir esos fondos europeos que permiten acometer obras que son necesarias.

A la hora de acometer el proyecto de reforma y mejora de El Prado se ha atenido en cuenta que es un centro que tiene vida propia donde residentes entran en determinadas condiciones que permiten su autonomía en muchos casos, y que a evolución de los años cambian hacia situaciones de dependencia, con cuidados y necesidades distintas. El objetivo de estas reformas es que tanto los residentes como los trabajadores tengan las mejores condiciones.

La primera “medida de confort” tomada en el proyecto tiene que ver con la eficiencia energética, por eso se ha trabajado con el envolvente, con el edificio, con medidas pasivas y con un sistema de autoconsumo eléctrico de fuente fotovoltaica lo que contribuye a disminuir la huella de carbono en la ciudad. “La covid nos ha obligado a pensar como nunca antes en la seguridad de las persona, por eso se ha actuado en los sistemas de ventilación y climatización, tema en el que vamos a ser muy exigentes velando por la seguridad, modificando el sistema de protección frente a incendios, lo que hacen de verdad que el edificio sea mucha más seguro”, ha puntualizado Vergeles.

En cuanto al interior se mejoran las condiciones para residir, de ahí el trabajo zonas comunes, y la adaptación de habitaciones y zonas de aseo, así como la utilización de espacios abiertos que permite el centro al asentarse en una gran parcela.

También se actúa en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores con medidas como acercar las cámaras frigoríficas y de alimentación a las zonas de uso de las mismas, así como mejorando accesibilidad de pasillos y puertas.

CAMBIO DE MODELO RESIDENCIAL

El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha dicho también durante el proyecto de reforma del Centro Residencial El Prado que la pandemia ha dejado algunas enseñanzas por ese motivo el Gobierno extremeño ha optado por adaptar el modelo de centros residenciales que se organizará entorno a tres tipos de residencias.

Unas de ámbito local que se asentarán en localidades pequeñas y con necesidades residenciales equilibradas que incluyen la atención a los usuarios en sus domicilios. Un segundo nivel de centros, de ámbito comarcal, con Unidad de Enfermería donde los cuidados sanitarios se incrementan con respecto a las de ámbito local. El tercer tipo de asistencia serán centros residenciales con instalaciones casi hospitalarias, donde se mantendrá el concepto de lugar de residencia y al mismo tiempo se prestan cuidados sanitarios cuando se necesiten, el modelo que se seguirá en El Prado donde se conjugará la parte sanitaria con la social.

Aunque ha reconocido que el objetivo es la ausencia de institucionalización en la atención a personas mayores y recurrir a la misma cuando solo cuando sea absolutamente necesario. “Es el siguiente paso en el abordaje en la atención a personas dependientes, la atención con servicios domiciliarios, cuidados en el entorno, para lo que es fundamental el aprovechamiento de instalaciones como el centro de parkinson que funciona en Mérida, dada la importancia de la rehabilitación funcional de personas con deterioro cognitivo “

José María Vergeles ha pedido disculpas a usuarios y trabajadores del Centro Residencial por las obras que han de acometerse con la residencia funcionando, “espero que entiendan el beneficio de una reforma d estas características por el que merece la pena hacer ese sacrificio.

Han asistido también a la presentación del proyecto el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, y el director gerente del SEPAD, José Vicente Granado.