El vino Madre del Agua, elaborado por Bodegas Toribio, de Puebla de Sancho Pérez, ha resultado galardonado con el Premio Gran Espiga de la XXIII edición de los Premios Espiga a los vinos de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, que concede Caja Rural de Extremadura. Este vino tinto, de variedad Tempranillo tinto de crianza de la cosecha 2019 es el que mayor puntuación ha obtenido del jurado de reconocidos catadores de ámbito nacional e internacional que han valorado los 108 vinos presentados a concurso por 22 bodegas.

El ganador del premio principal, junto a los tres premios concedidos en cada una de las cinco categorías del concurso, se han dado a conocer en una gala celebrada en la ermita de Nuestra Señora de Montevirgen, en Villalba de los Barros.

Al acto han asistido el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín; la delegada del Gobierno en la región, Yolanda García; el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo; el alcalde de Villalba de los Barros, José Becerra, y el José Becerra; la presidenta de la DO Ribera del Guadiana, María Luisa Regaña, y el presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo, entre otras personalidades.

En el apartado de vinos blancos, el premio Espiga Oro ha sido para Sinoble, de Viñedos de Pozanco, de Mérida). El Premio. La Espiga Plata ha recaído en Cañalva Elegance, de Bodegas Cañalva, de Cañamero. Y el Premio Bronce ha sido para el Conde de la Corte, variedad macabeo, de la cooperativa Santa María Egipciaca, de Corte de Peleas.
En la categoría de vinos rosados, los premiados han sido: Espiga Oro para Orgullo de Barros, de la Cooperativa Nuestra Señora de la Soledad, de Aceuchal; Espiga Plata para Zaleo, de Viñaoliva, de Almendralejo; y Espiga Bronce para Señorío de Villalba, de la cooperativa Montevirgen, de Villalba de los Barros.

En la categoría de vinos tintos cosecha, el premio Espiga Oro ha recaído en Conde de la Corte, variedad tempranillo, de la Cooperativa Santa María Egipciaca; Espiga Plata para Señorío de Pedraza, de la Cooperativa Nuestra Señora de la Soledad; y Espiga Bronce para Señorío de Orán, de Bodegas Orán, de Almendralejo.

En tintos de barrica de las añadas 2020 y 2021, ha sido galardonado con la Espiga Oro el vino Flor Señorío de Orán, de Bodegas Orán; la Espiga Plata ha sido para Palacio Quemado vendimia seleccionada, de Viñas de Alange, y la Espiga Bronce para Solo I, de Bodegas Martínez Paiva, de Almendralejo.

Por último, entre los tintos de barrica de añadas anteriores a 2020, se ha destacado con la Espiga Oro a Madre del Agua, de Bodegas Toribio. El premio Espiga Plata ha recaído en Carabal Rasgo, de El Cumbrón (Bodegas Caraval), de Alía, y la Espiga Bronce en Vizana, de Bodegas Viticultores de Barros, de Almendralejo.

“Más de cien motivos”

El director técnico del concurso y jefe de la Estación Enológica de Almendralejo, Emiliano Zamora de Alba, ha subrayado la gran participación de esta edición, que es la más elevada en más de una década, así como la alta calidad de los vinos presentados al concurso. De hecho, 23 de los participantes han recibido 88 o más puntos, que es el umbral de la distinción de oro en los concursos internacionales, y todos los Premios Espiga de Oro han superado los 90 puntos.

Para Zamora de Alba, las 108 muestras participantes suponen “más de cien motivos para seguir trabajando con toda la ilusión del mundo” en este concurso. Ha felicitado a los catadores por su “trabajo riguroso y efectivo” y ha agradecido “la participación y la confianza” que los bodegueros han depositado en estos Premios Espiga.

En su intervención, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha resaltado los “datos incontestables” del concurso y ha asegurado que quienes han hecho “grandes” los Premios Espiga son “las bodegas, cuando decidieron que esta no es una tierra de vinos a granel y apostaron por buenos enólogos”, una transformación que ha sido “un logro colectivo”. Para Fernández Vara, “los grandes éxitos no se consiguen por precio, sino mejorando la calidad”. También ha hecho un agradecimiento a Caja Rural de Extremadura “por haber estado al lado de la gente en tiempos de incertidumbres”.

“Bueno para Extremadura”

El presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo, ha mostrado el compromiso de la entidad financiera con la región, prestando servicios para el emprendimiento y los proyectos empresariales. Ha puesto como ejemplo la Oficina Técnica Agraria, el convenio con la Diputación de Badajoz para servicios financieros en pequeñas poblaciones y la oferta que ha presentado la Caja para el regadío de Tierra de Barros, un proyecto en el que la entidad quiere estar porque “crearía más riqueza”. “Todo lo que es bueno para Extremadura es bueno para Caja Rural de Extremadura”, ha afirmado Urbano Caballo.

La presidenta de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, María Luisa Regaña, ha mostrado su satisfacción por la alta participación, que demuestra “el prestigio y la importancia” de este concurso, y ha señalado que la calidad “es un atributo innegable de los vinos de Ribera del Guadiana”.

Con vistas al futuro, el reto dentro de la región está en “conseguir que el consumidor final nos conozca y nos demande en todos los bares y restaurantes”. En este sentido, ha explicado que el nuevo consejo regulador de la DO va a dar prioridad a la promoción, para la que ha pedido el apoyo de la Junta de Extremadura, con el fin de mejorar el conocimiento de los vinos, el consumo responsable y posicionarse en zonas de alto consumo, como las costas de Andalucía.