El nuevo espectáculo de Rafael Álvarez “El Brujo”, la presencia de Ana Belén y José Luis Gómez como unos ancianos Romeo y Julieta o el reto actoral que afronta Anabel Alonso bajo el rostro de La Celestina son algunos de los atractivos de la 34ª edición del Festival de Teatro Clásico de Cáceres, que se celebra entre el 8 y el 25 de junio, y que esta mañana se ha presentado en rueda de prensa por el Consorcio Gran Teatro de Cáceres que lo organiza y las instituciones que lo integran, representadas por la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores; el alcalde de Cáceres, Luis Salaya; y el diputado provincial de Cultura, Fernando Grande.

Doce espectáculos en La Escena Clásica de veintidós que ha programado el festival en sus distintas secciones se exhibirán en la plaza de San Jorge, excepto uno en el Gran Teatro, debido a las obras de mejora del Museo de Cáceres en la plaza de las Veletas, donde habitualmente se levanta el segundo escenario teatral, según ha explicado esta mañana la directora del festival, Silvia González Gordillo, quien ha definido esta nueva edición del festival como “esencialmente clásica” en la concepción de las propuestas con “revisiones contemporáneas”. “Será un festival en el que todos los apasionados del teatro, y en concreto del teatro clásico, encontrarán un espectáculo a la altura de sus expectativas”, ha resumido.

La muestra cacereña estrenará cinco montajes, todos ellos extremeños, entre los que sobresalen sus dos coproducciones, Maquiavelo y Estebanillo González, soldado y bufón. “Es una alegría para el festival contar de nuevo con este formato de colaboración con compañías extremeñas, que prestigia a estas y al festival, especialmente cuando, tras su estreno en Cáceres logran una proyección destacada”, ha resaltado la directora.

Entre los acercamientos a textos clásicos, el festival ofrece un florilegio que va desde un inédito Lope de Vega, El marqués de las Navas, a una de las comedias trepidantes de Rojas Zorrilla (Abre el ojo), o a un Molière burlesco en Los enredos de Scapin.

El festival levantará el jueves 8 de junio su imaginario telón con la primera de sus dos coproducciones con compañías extremeñas, Estebanillo González, soldado y bufón. Este modelo de colaboración institucional privado que se aplica por tercer año consecutivo, pone un sello de calidad al teatro extremeño y prestigia al propio festival. Lo refrenda la repercusión, por ejemplo, de Menina, soy una puta obra de Velázquez, que Proyecto Cultura estrenó la pasada edición, y que fue preseleccionada en tres categorías (espectáculo revelación, mejor actriz y mejor iluminación) para los Premios Max de Teatro de este año.

Uno de los grupos veteranos de la región, Teatro Guirigai, afronta el montaje de Estebanillo González, soldado y bufón, adaptación de la novela picaresca de autor anónimo La vida y hechos de Estebanillo González hombre de buen humor. Agustín Iglesias ha escrito y dirige esta versión de la vida de un pícaro en la Europa de la Guerra de los Treinta años del siglo XVII, concebida como una sátira antibélica y antipatriarcal.

Proyecto Cultura repite coproducción en el festival con Maquiavelo (14 de junio), un tour de force interpretativo a cargo del actor extremeño José Vicente Moirón, que asume varios personajes de la época en que vivió el escritor florentino Maquiavelo y de la actual. La obra plantea una revisión de temas y conflictos abordados en la obra de este autor del Renacimiento, cuyo El príncipe ha constituido, y constituye, un texto de referencia sobre las actitudes de los gobernantes.

El tercer estreno extremeño en La Escena Clásica (21 de junio) lo protagoniza Emulsión Teatro con De placeres, saberes y temores, en el que dos actrices, Asunción Mieres, fundadora de la compañía, y la también dramaturga Virginia Campón, interpretan a una anciana y a una joven que se alían en un Toledo machista del siglo XV.

Diez años en los escenarios

Emulsión Teatro celebra, además sus diez años sobre los escenarios con la exposición que le dedica el festival. La muestra, en el Museo de Cáceres, recoge elementos escenográficos de los siete montajes que han participado en el festival durante una década, además de vestuario, atrezzo, utillería y una nutrida selección de marionetas, de hilo, articuladas y goma espuma. Fotografías y material gráfico completan esta exposición.

Aún un cuarto montaje extremeño en La Escena Clásica es la aportación de Z Teatro y La escalera de tijera, El busclown, adaptación de la única novela de Quevedo, El buscón, en clave circense.

Uno de los atractivos de la 34ª edición del festival es Romeo y Julieta despiertan… (viernes 9 y sábado 10 de junio, Gran Teatro). Basándose en los dos personajes creados por Shakespeare, el dramaturgo austriaco Eberhard Petschinka ha escrito una loa al amor en la ancianidad, que protagonizan Ana Belén y José Luis Gómez como los amantes de Verona, pero ya en la vejez, según los ha imaginado Petschinka. Ambos despiertan de un largo sueño y no se reconocen. Ella ve a un anciano y él a una dama muy bien conservada. De modo que volverán a enamorarse.

El domingo 11, una de las compañías habituales del festival, Morboria, presenta Los enredos de Scapin, que Molière estrenó dos años antes de su muerte. Concebida en la tradición de la comedia del arte italiana, esta obra vertiginosa busca sobre todo la diversión del público utilizando todos los efectos dramáticos y disciplinas escénicas a su alcance. Su trama da a conocer a un joven casado en secreto y a su hermano, prometido con una joven. Ambos hermanos se enfrentarán a unos padres que han concertados sus matrimonios, contando con la ayuda del criado Scapin.

Un segundo Molière, pero transformado en un espectáculo propio de Ay Teatro, llega al festival el 18 de junio: Vive Molière. El dramaturgo Álvaro Tato ha escrito una trama en la que una diosa, Fama, quiere casarse con un genio del teatro. Sus criados la llevan a París a conocer a Molière y seguir su azarosa vida y sus hilarantes obras. A partir de las escenas y los fragmentos más divertidos, irónicos, sarcásticos y escandalosos de la producción de Molière, Vive Moliére despliega un relato de amores, desamores, celos, encuentros, desencuentros, duelos, danzas y canciones.

Uno de los momentos más esperados del festival cacereño es la presencia de Rafael Álvarez “El Brujo”. El último espectáculo de este gran histrión de la escena española es El viaje del monstruo fiero. En él realiza un viaje por su memoria teatral, con los autores clásicos que le han marcado o, como dice el propio Brujo, que le “han nutrido con su leche”: Lope, Quevedo, Cervantes, los místicos, Shakespeare, Calderón… Sus dos funciones en la plaza de San Jorge los días 22 y 23 de junio celebran “los vestigios de la gloria irrepetible del Siglo de Oro español”.

Grandes intérpretes

La actriz Anabel Alonso suma su nombre a la lista de grandes intérpretes que han puesto su imagen a La Celestina (Nuria Espert, Terele Pávez, Charo López y Gema Cuervo, entre otras) en la versión que dirige Antonio C. Guijosa y que se representa el 24 de junio.  “Celestina”, señala el autor de esta versión, Eduardo Galán, “posee tan alta medida de universalidad e intemporalidad que, aún hoy, nos sorprende, nos desconcierta y nos atrapa. A través de un lenguaje de enorme eficacia, los personajes nos informan, interaccionan y generan conflictos, y se dibujan humanamente con una fuerza y un sentido muy profundos sin dejar de transmitir una sensación de vida cotidiana”.

Otro de los asiduos del festival, Noviembre Teatro, representa el 17 de junio Abre el ojo, una comedia de capa y espada de Francisco Rojas Zorrilla, en la que manda la alegría de vivir. Sus personajes viven al día; nada importa salvo conseguir dinero inmediato, el placer en el momento. Como en Los enredos de Scapin, los criados saldrán en ayuda de sus amos para que estos logren sus propósitos amorosos.

De la ingente producción de Félix Lope de Vega nos llega un inédito, El Marqués de las Navas (16 de junio), que ha recuperado la compañía madrileña Factoría Teatro. Es una comedia inspirada en hechos reales con personajes históricos de la corte de Felipe II que pululan entre enredos, amores cortesanos, despechos amorosos y celos. Pero también es un drama sobrenatural, con duelos de espadas, huidas, muertos y espectros.

La Escena Clásica se cierra con otro Lope, La malcasada, que pone en escena la compañía castellanomanchega Tumbalobos. A partir de la historia de una viuda sin dinero que quiere casar a su hija con un buen partido, un viejo rico, Lope construye una comedia delirante, donde reflexiona con humor cómo la libertad de las mujeres queda supeditada al dinero y cómo los seres humanos nos convertimos en meros bienes de consumo.