No es buen momento para tener hijos. O los educas como tiene que ser con sentido común, coherencia , respeto y disciplina por decir algunos valores y por supuesto una ética , cosas que tú se supone que para educar tendrán y además siembras día a día o saldrán hechos unos tiranos.

En el momento social de hoy donde está todo afuera lleno de barro y escombros, es decir, no hay nada fuera, todo el que no tenga nada adentro no podrá avanzar más de un peldaño y vuelta atrás. No hay referencias actuales que muestren el camino, con un norte adecuado, sólo gente que hace muy bien un deporte, por ejemplo pero después como persona no valen nada.
A la mayoría de la gente de hoy les quitas el móvil y el coche y se vuelven locos. Así de débil y de hundida está la “civilización nuestra” tan aclamada por los titiriteros como “estado de derecho” pero la realidad muestra en estado de torcidos. Si todo ser humano es susceptible de ser corrupto, ¿qué podemos hacer entre tanto desastre humano? Sólo queda buscar adentro.
En la vacía sociedad actual los tontos están en la élite y son los que animan el cotarro. Los hijos son los que mandan y los padres no tienen autoridad porque van a lo fácil que es no ejercer su autoridad como padres y progenitores.
Pero esto es terrible porque ya estamos viendo las consecuencias de la no educación, es decir, de ser 0 padres: adolescentes violadores,
jóvenes violentos cuando no consiguen lo que quieren desde el minuto 0, chicos que se suicidan, jóvenes sin objetivos y sin aliciente en la vida, búsqueda de lo fácil y cuando las cosas se ponen difícil se huye, jóvenes maleducados, respondones y agresivos, violencia contra los padres y parejas, drogadictos del móvil y no sigo porque no hay espacio.
Si este es el mundo que estamos construyendo tenemos que hacer un análisis muy claro en nuestras cabezas, ¿dónde están las buenas personas que decimos todos los día que hay? El ser humano está sacando lo peor de sí y esto que ya esté teniendo amplios resultados empeorará día a día. Sólo nos queda hacernos una serie de preguntas en lo intimo.
Jesús Antonio Fernández Olmedo