A estas alturas de la película humana que llevamos debería de haber, o debería de ser un deber, hacer un referéndum para testear si la gente de un lugar o estado quiere la monarquía que tiene o no.

Esto creo es lo más lógico en los tiempos que corren y no dar por sentado tradiciones o bien imponer una forma , que se visualiza anacrónica.
Tenemos muchas cosas que están hoy pero que se ven fuera del tiempo en el que se vive, son cosas que si bien estuvieron en el pasado o
desarrollaron allí una función hoy es algo que incluso molesta. Parece que son figuras pero son serían tanto así ya que tienen poder sobre muchos y que si lo tienen.
Eso de que todos somos iguales ya queda viejo y nadie se lo cree. Y si, quitando las monarquías de Oriente o África  que son absolutas
y tienen todo el poder en sus manos del aparato estatal en el caso de las llamadas “democracias occidentales” podrían muy bien llevar ahí una buena revisión.
Un referendo tiene que tener en este caso unos puntos muy explícitos y no podría estar manipulado, es decir, habría que explicar muy bien cuales son los pros y los contras de haber o no una monarquía.
La monarquía como tal no debería opinar sobre esto ya que es la gente la que tiene que hacerlo y gustar o no debería acatar sin más tregua el resultado.
Si permaneciera , es decir que el resultado fuera favorable hacia ella, esta debería eliminar su inviolabilidad ya que si se trata de una figura o jefe de estado no puede cometer ningún delito, su persona debe de disponer de una conducta intachable, es decir, que si los cometiera debería arriesgar desafuero, juicio o cárcel.
Todas estas cosas nos quitarían de muchos problemas así como al estado en sí mismo y a sus instituciones, ni que decir a sus ciudadanos que son los que realmente y uso esa palabra, realmente los que soportan los desvíos de sus coronas.
Jesús Antonio Fernández Olmedo