La ermita de San Isidro volvió a ser lugar de encuentro de la devoción popular en Ribera del Fresno durante la XXVII Romería en honor al patrón de agricultores y ganaderos, que se celebró del 15 al 18 de mayo. Una edición cargada de emoción, tradición y participación vecinal, que cerró con un brillante espectáculo ecuestre ofrecido por la escuela “El Toro” de Almendralejo.
Desde primera hora del jueves 15, festividad de San Isidro, los ribereños salieron al encuentro del Santo con la segunda edición del Camino popular, una caminata que congregó a cerca de 200 personas y que partió del Paseo del Cristo tras un desayuno de migas popular. A lo largo del recorrido hacia la ermita por el camino de Valle Garzón, los participantes compartieron vino, pulguitas y anécdotas entre generaciones.
La jornada continuó con los ya tradicionales concursos culinarios en plena explanada, con calderetas, tortillas, gazpachos y chanfainas cocinados en el propio recinto por vecinos organizados en casetas. Para María Teresa Domínguez, una de las ganadoras y habitual de estos certámenes: “Otro año seguimos disfrutando de lo nuestro. Este día sabe a campo, a tierra y a familia”.
En total, más de 150 casetas, con calles bautizadas con nombres tan simbólicos como Pinar, Ganaderos o Peladores, dieron vida al recinto festivo, en una celebración marcada por la hospitalidad y la convivencia. Las instalaciones, dotadas con servicios de seguridad, aseos y zonas infantiles, garantizaron la comodidad de vecinos y visitantes.
El alcalde, Miguel Ángel Araya, celebró la alta participación: “La romería ha vuelto a demostrar que Ribera es un pueblo vivo, que cuida su pasado mientras mira al futuro. Gracias a quienes han trabajado para que esta edición haya sido un éxito colectivo”.
Teresa Hernández, concejala de Agricultura y miembro activa de la organización, quiso destacar “la dedicación de todos los colectivos implicados, que han hecho posible mantener vivas nuestras costumbres en un ambiente de respeto, tradición y alegría”.
El párroco, José María Redondo Pilo, también quiso poner en valor el simbolismo de San Isidro: “Nos recuerda que sembrar con fe y esfuerzo tiene sentido, y que la tierra no solo nos alimenta, sino que nos une”.
El cierre del domingo vino de la mano del arte ecuestre, con una exhibición de doma y enganche a cargo del alumnado de la escuela “El Toro”, que emocionó al público presente junto a la ermita.
Desde la organización, el mensaje es claro: “Que San Isidro nos siga reuniendo cada mes de mayo. Esta es la fiesta de todos”.
Juan Francisco Llano
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