Se podría indicar que existe una represión ante la muerte, un temor ante la muerte, un miedo ante la muerte, y, por otro lado, esa bivalencia o ambivalencia una atracción hacia ella.

Es obvio y evidente, que en ochocientas palabras, no se puede sintetizar toda la situación humana y de la humanidad en este tema. Además, resumen y síntesis de siglos y milenios, más la actuación presente. Hablemos por tanto, si una persona equis, un colectivo equis, no lleva una vida normal y rutinaria de suficiente salud física y biológica y psíquica y moral y espiritual, no cabe duda, que debe saber que está acercándose a la muerte, si alguien conduce su vehículo a una velocidad inapropiada está jugando a las cartas, para tener más posibilidades de que fallezca, de tener un accidente grave. Por tanto, aunque no lo crea está llamado a la muerte.
Por otro lado, las personas temen en general la muerte, porque deja esta vida, y, esta vida es corta y es larga, evidentemente en qué situación se esté, también, puede que no esté seguro, completamente, con total seguridad de que después exista Otro Mundo para él o para ella y todos los demás. Y, si existe Otro Mundo, y, si tiene usted y yo eternidad teme, que quizás, “no vaya al sitio bueno de la eternidad”, siempre queda la duda…

También, debemos narrar que al menos en Europa, jamás, jamás en general se ha vivido y existido tan bien y con tantos derechos en todos los aspectos de la realidad como ahora, al menos un tanto por ciento muy alto de la sociedad… No sé, si que lean ustedes un poco de historia y comprendan un poco como una familia normal de los estratos medios vivía hace cien años en cualquier lugar de esta Península Europea –qué decir, de otras zonas del mundo…-.

No es común, reflexionar sobre la muerte y el morir en los artículos de opinión, y, tocar este tema es complejo, tiene muchas perspectivas, y, supongo que para el lector y lectora no es agradable. Además la vida, tiene días buenos y tiene días medianos y tiene días no-buenos… Es la condición humana, al final, somos unos primates evolucionados, o unos primates racionales, copiando al maestro Aristóteles, o unos primates racionales con alma espiritual-inmortal, copiando la fórmula de Tomás de Aquino, y, tantos otros.
Qué puedo decir, para animarle un poco en este tema, que lo perciba con más claridad y más profundidad y más esperanza. Vivir y existir buscando una moral y ética correcta, creo que es el escudo ante muchos males que pueden venir. Sigo pensando y creyendo que la persona que intenta vivir con una moral y ética correcta tiene más posibilidades de vivir y sobrevivir ante cualquier situación. Puede que parezca que es una rémora, pero a la larga, es la diferencia, para tomar mejores decisiones, y, evitar males y problemas innecesarios. Porque muchas veces, somos nosotros los que nos metemos en aguas de mil borrajas. Somos nosotros los que nos metemos en mares llenos de tempestades, por buscar placeres, o experiencias o ideas que no nos convienen.

No adelante usted el día y el momento de su fallecimiento, hoy, hay que recordarlo, no diré cifras, ni a nivel mundial, ni a nivel de esta Celtiberia. No diré. Pero, llevar una vida moral y ética correcta, a y en todos los sentidos, creo que ayuda a alejarse de esos peligros. Porque al final, no se engañe, sea de un estrato social o de otro, al final, siempre le llegan a todos los humanos, el sufrimiento, la pena, la angustia. A unos, unas, a otros, otras… Tiene que usted estar preparado para ello. Y, a cada uno, con sus diferencias. Llevamos en una mano, las alegrías y los gozos y las felicidades, y, llevamos en otra, las heridas, los traumas, los sufrimientos, las penas, las angustias, las incertidumbres, los temores. Esa es la vida de todo ser biológico, sea más consciente o menos.
Saben, si alguien lee mis textos, que voy haciendo como un recorrido por el articulismo hispánico, hoy le ha tocado Ignacio Sánchez Cámara, profesor y escritor y articulista. Uno, uno más que en esta tradición de esta Celtiberia tan antigua, intenta combinar y mezclar, la realidad actual, sea novedosa o sea intemporal, con la filosofía. Así, nos plantea en un artículo titulado: La represión moderna de la muerte, publicado en ABC, el doce de enero del 2002, algunos aspectos sobre esta cuestión. Decían los antiguos, que la vida y la filosofía es una reflexión sobre el morir. Vivir bien, para morir bien. Vivir con la máxima dignidad posible, sea o se esté en la situación social o económica, que se esté, para así, al menos, llevar la cabeza levantada. Porque al final, un hombre o mujer que busca la realidad-verdad, la realidad-bien, la realidad-bondad, con algo de belleza y racionalidad y prudencia y saber ortodoxo, es la máxima meta del vivir –sin olvidar al Ser Trascendente, para quién crea o desee creer-.

Puede que alguien, alguien no brille a nivel social, económico, político, cultural, religioso… pero sea un ser humano, que dentro de sí, tenga enormes riquezas. Sobre todo las riquezas que hay ido acumulando toda la vida. Las riquezas de intentar huir de la lujuria, de la avaricia, de la gula, de la ira-cólera, de la envidia, de la soberbia, de la vanidad… Puede estar a su lado, uno o cientos de personas, que buscan esos ideales. Puede que usted no lo valore o no lo aprecie o no sea consciente, de esa persona que está a su lado con esas virtudes. Pero créame es un pequeño milagro, en estos tiempos que corren. Que alguien quiera autocontrolarse de forma correcta y moral en una vida diaria y rutinaria, créanme es una estrella que está a su lado, que usted no es consciente…
De media en España, ahora fallecen mil ciento noventa y cinco personas cada día. Un día, le tocará a usted y a mí, esa campana. No sabemos el día, ni la tarde o la noche cuándo sucederá esta realidad. Pero de momento sabemos que sucederá. Pero mientras que llega ese momento, no adelante usted ese momento, para eso viva con dignidad moral suficiente, y, por otro lado, viva con dignidad y honestidad y moralidad cada día. Así, así vivirá como un ser humano, ante los ojos de su conciencia, ante los ojos del Buen Dios –dirá usted, que duda de que exista, pero eso es otro tema-. Así, así se hará cada día, un mejor ser humano. Quizás, nadie lo note, quizás nadie lo valore, pero quizás usted, cuando duerma, con el peso del día y los sufrimientos del día, piense y sienta, que ha intentado ser un ser humano mejor… Paz y bien.

JMM Caminero