“Del lujo a la cotidianidad. Vestir en tiempos de Meléndez Valdés” ha sido mucho más que una muestra de vestuario histórico. Del 19 al 30 de mayo, la Casa de la Cultura José María Vargas-Zúñiga de Ribera del Fresno se convirtió en un viaje sensorial al universo del siglo XVIII, coincidente con la vida y la obra del poeta ilustrado Juan Meléndez Valdés. Moda, teatro, pedagogía y sátira se dieron cita en una propuesta que ha buscado mirar el pasado con ojos nuevos.

La exposición, organizada por la Concejalía de Cultura en colaboración con María de Melo Producciones y comisariada por la artista e investigadora Inmaculada Cedeño, ofreció un recorrido visual por la indumentaria de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Lejos de limitarse al aspecto estético, la muestra reveló cómo la moda reflejaba los códigos sociales, las tensiones políticas y las aspiraciones culturales de una época de grandes transformaciones.

Vestidos de siluetas imposibles, corsés que exigían rigidez, casacas bordadas, pelucas empolvadas y hasta carambas castizas –tocados teatrales popularizados por las tonadilleras del XVIII– configuraron un lenguaje visual lleno de simbolismo y teatralidad. “La ropa es un espejo del mundo en que se vive”, señalaba Cedeño. “Nos dice cómo se pensaba, cómo se obedecía y hasta cómo se desobedecía”.

El acto inaugural, celebrado el 19 de mayo, incluyó una charla explicativa que contextualizó históricamente las piezas expuestas, invitando al público a reflexionar sobre la moda como herramienta de poder, identidad y cambio social.

Como complemento a la exposición, el viernes 23 de mayo el Auditorio Municipal acogió la representación de la comedia El juego de los embustes, escrita y dirigida por Jesús Lozano Dorado. Con vestuario extraído de la muestra, música en directo y un elenco formado por Inma Cedeño, Amparo Morquecho, Pilar Brinquete y el propio Lozano, la obra desplegó una sátira en clave ilustrada sobre las apariencias, los engaños y las jerarquías sociales, al estilo de las fábulas de Samaniego.

Ambas actividades, enmarcadas en la programación cultural de primavera del municipio, han conseguido conectar con públicos diversos gracias a un enfoque didáctico, visual y lúdico. La moda, una vez más, ha demostrado ser mucho más que apariencia: un canal para pensar la historia… con los ojos y con el entendimiento.

Juan Francisco Llano

Fotos: Isidro Suárez Fernández